Bill Clinton pide a empresas y líderes que inviertan para un "nuevo" Haití

el ex presidente estadounidense señaló: "No quiero que la gente tenga que preocuparse por dónde comer, dónde recibir agua o donde dormir. Pero ahora hay 15 puntos de distribución de comida y agua y necesitamos 100 o 200".

El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, enviado especial de la ONU para Haití, hizo un apasionado llamamiento a la comunidad empresarial y a los líderes políticos para que inviertan en el país caribeño con el fin de reconstruirlo diferente a como era antes del terremoto que lo asoló el 12 de enero.

"Haití tiene la oportunidad de escapar a su pasado, y construir un futuro mejor que el pasado que tenía. No se trata de reconstruir Haití tal como era", dijo Clinton, ante el Foro Económico de Davos, que congrega esta semana a decenas de dirigentes de la política y las finanzas, junto con altos ejecutivos de empresas.

Flanqueado por el ministro de Exteriores de Brasil, Celso Amorim, y otras personalidades, Clinton se refirió primero a las necesidades inmediatas de los haitianos, que a pesar de los esfuerzos de la ONU y de decenas de ONG siguen sin cubrirse, y pidió que se done dinero en metálico para poder mejorar el sistema de distribución de agua y alimentos a los cientos de miles de damnificados, sí como dales refugio y saneamiento.

"No quiero que la gente tenga que preocuparse por dónde comer, dónde recibir agua o donde dormir. Pero ahora hay 15 puntos de distribución de comida y agua y necesitamos 100 o 200", señaló.

Para ello, pidió con urgencia "camiones no muy grandes, camiones de reparto, Necesito 100, y los necesito ayer", dijo.

Pero Clinton también apeló a los empresarios a invertir a largo plazo en Haití, y aseguró que existe un gran potencial para ello.

Dijo que en ocasiones en el pasado en que llevó a empresarios a Haití para ayudar a la recuperación económica del país, la mayoría "se quedaron sorprendidos por las oportunidades que vieron", y añadió que el Foro de Davos ofrece información a los inversores interesados acerca de las posibilidades de negocio.

En la misma sesión especial dedicada a Haití, otros participantes animaron a invertir en el devastado país, que ya era el más pobre de Latinoamérica antes del terremoto.

Celso Amorim también dijo que es necesario "pensar a medio y largo plazo, porque esto está a la vuelta de la esquina, para reconstruir el país".

"Es importante que haya inversiones rápidas en Haití, para que la gente vea que hay esperanza", subrayó el canciller brasileño.

Amorim identificó las áreas que consideró prioritarias para esa reconstrucción a medio y largo plazo y para las que ofreció la colaboración de Brasil.

Entre ellas citó crear "trabajos para los jóvenes de Haití" en sectores como el textil, y acometer una reconstrucción medioambiental.

"Necesitamos llevar a cabo un programa masivo para replantar árboles en Haití, para evitar que esa tierra que ya estaba devastada antes del terremoto provoque inundaciones, y esto podría ser financiado con las grandes instituciones financieras así como el sector privado", dijo.

El empresario irlandés Denis O'Brien, de la compañía Digicel, que está trabajando en Haití para la reparación del sistema de telecomunicaciones, también enfatizó las grandes oportunidades de inversión que, a su juicio, ofrece Haití.

"Haití es un sitio magnífico para hacer negocios. Tiene una población muy joven, y 10 millones de consumidores" que podrían activarse con un plan apropiado de desarrollo para el país, dijo.

Destacó sectores potenciales para hacer negocios como el turismo, la reconstrucción de la capital, Puerto Príncipe, infraestructuras, y explicó que desde que su empresa trabaja en Haití "nunca hemos tenido problemas de ningún tipo, ni con el gobierno".