En declaraciones a la prensa local, Namm comentó que el conflicto legal de la petrolera Chevron en el país andino es un caso "entre privados" y que lo importante es que siga su curso legal.
"Con este impresionante crecimiento del intercambio comercial entre Estados Unidos y Ecuador (19 mil millones en 2013) obviamente se demuestra que esos conflictos legales no han afectado las relaciones comerciales. Ambos países son mercados fructíferos entre sí", comentó el diplomático.
Namm negó que Chevron influya en las cortes estadounidenses para obtener fallos a su favor, pero dijo que "tiene el derecho a cabildear" porque es parte del sistema de justicia de su país y recalcó que los jueces son independientes y "toman sus decisiones sin influencias".
Ecuador enfrenta varias demandas de compañías petroleras en tribunales internacionales de arbitrajes, uno de los cuales, a iniciativa de Chevron, pide que el gobierno ecuatoriano asuma la indemnización por 19 mil millones de dólares a que fue sentenciada esa multinacional en un juicio por daños ambientales.
El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, dijo que si ese proceso es desfavorable, el país podría "caer en quiebra".
La compañía Texaco operó hace 30 años varios campos en la Amazonía ecuatoriana y a su salida de Ecuador dejó graves impactos por su actividad en la naturaleza y en la salud de pobladores. Chevron adquirió años después el accionariado de Texaco.
Recientemente, el gobierno ecuatoriano inició una campaña internacional que denomina "la mano sucia de Chevron" que mueve a personalidades mundiales para que constaten los daños ambientales de la Chevron Texaco en su territorio.