Conferencia sobre sida cierra con manifiesto contra la discriminación

La Vigésima Conferencia Mundial del Sida terminó hoy en Melbourne, Australia, con un llamado a acabar con la discriminación y la criminalización de las prácticas sexuales que pueden obstaculizr los avances logrados en la lucha contra la enfermedad.

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"Que nadie se quede atrás", se piede en la declaración, firmada por más de 3.800 personas y numerosas organizaciones. Unir ciencia y derechos humanos es una de las principales condiciones para que tengan éxito las medidas contra el VIH y el sida, subraya.

El documento destaca la situación en más de 80 países donde los seres humanos son castigados por su orientación o sus prácticas sexuales, sobre todo los homosexuales, trabajadores del sexo, los drogadictos y los transexuales.

La discriminación arrastra a las personas a la clandestinidad y hace mucho más difícil la lucha contra la infección con el virus VIH, que sin tratamiento provoca el sida y lleva a la muerte. "Exigimos el rechazo inmediato y unánime de estas prácticas discriminatorias y estigmatizantes", señala la declaración.

Además de países como Uganda, Nigeria y la India, fueron blanco de críticas Rusia y otros países de la región. Europa del Este y Asia Central son las únicas partes del mundo -además de Oriente Medio y África- donde aumentan las nuevas infecciones.

Rusia acusó a los organizadores del encuentro de no haberla invitado, a lo que la conferencia respondió hoy que el jefe del Centro Federal de Sida de Rusia, Vadim Pokrovsky, rechazó asistir como panelista a una charla sobre el sida en el Este de Europa apenas 10 días antes de la cita.

Pokrovsky no explicó la razón de su ausencia, subrayó el nuevo presidente de la Sociedad Internacional del Sida (SIS), el epidemiólogo Chris Beyrer.

Siete expertos de la región o que trabajan en la región han participado en los debates, indicaron los organizadores. Dos especialistas de Ucrania no pudieron asistir por la zona de prohibición de vuelo sobre su territorio.

Las leyes rusas contra los homosexuales fueron muy criticadas en las ponencias de científicos, políticos y activistas que inauguraron la conferencia el pasado domingo.

Incluso en países con una mayor protección de los derechos, como Alemania, hay muchas dificultades, dijo Carsten Schatz, miembro de la organización Aids-Hilfe (Ayuda contra el Sida). Por ejemplo, los adictos no reciben a menudo sustancias sustitutivas de la heroína como la metadona cuando son detenidos. Casi el 80 por ciento de los infectados con VIH señalaron en una encuesta de Aids-Hilfe que se habían sentido discriminados en los 12 últimos meses, desde comentarios desagradables y dentistas que se negaron a atenderlos a acoso laboral y violencia física.

Entre los principales resultados de la conferencia estuvo un estudio danés en el que, mediante el uso de un medicamento contra el cáncer, se consiguió hacer salir al virus de las células en los que estaba "durmiente", para poder destruirlo. Por primera vez se logró no sólo en el laboratorio sino en personas infectadas. El siguiente desafío es estimular al sistema inmunitario de tal modo que acabe con el virus.

La organización de la ONU de lucha contra el sida, ONUSIDA, presentó su proyecto 90-90-90 para eliminar la epidemia hasta 2030. Para ello, hasta 2020 el 90 por ciento de los infectados tiene que conocer su condición, el 90 por ciento recibir tratamiento y el 90 por ciento haber conseguido volver indetectable el virus en su sangre gracias a las terapias.

La ONU estima que en el mundo hay 35 millones de personas con VIH y sida, pero sólo la mitad de ellas lo sabe. Y sólo 14 millones cuentan con la medicación adecuada.

La próxima Conferencia Mundial de Sida será en 2016 en Durban, Sudáfrica. La presidenta de la cita, Olive Shisana, prometió hacer esfuerzos hasta entonces para acabar con la discriminación en África. "Todas las personas tienen derecho al mismo respeto", subrayó. (DPA)