Conflictos limítrofes marcaron en 2013 la actualidad latinoamericana

América Latina sigue enfrentando históricos conflictos limítrofes, que se remontan en algunos casos al siglo XIX, y que los países involucrados no han podido resolver pese a haber acudido a foros internacionales como la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

En 2013 hubo movimientos y anuncios en varios de ellos, también con proyección hacia el año próximo. Un panorama de los principales temas abiertos:

Nicaragua/Costa Rica: La diferencias limítrofes ensombrecieron las relaciones entre Costa Rica y Nicaragua durante 2013, aun después de dos sentencias emitidas hacia finales del año por la CIJ en torno a una disputa por un pequeño enclave pantanoso cerca de la frontera común.

Una incursión del Ejército de Nicaragua en el sector fronterizo de Isla Portillos, ubicada en la margen derecha del río San Juan, y que Costa Rica denunció como una grave violación a su soberanía, puso los nexos diplomáticos en su nivel más bajo en muchos años.

Desde entonces, la relación bilateral ha oscilado entre guerras verbales hasta demandas y contrademandas en la CIJ. Actualmente, el máximo tribunal de la ONU con sede en La Haya estudia el fondo de una demanda interpuesta por Costa Rica contra su vecina hace tres años, por la incursión a Isla Portillos, sector que en Nicaragua se conoce como Harbour Head.

Nicaragua ha enviado además brigadas de jóvenes ambientalistas al enclave de 2,5 kilómetros cuadrados y que la Corte declaró en el 2011 como zona de despeje, situación que ha irritado más al gobierno costarricense.

Chile/Perú: El 27 de enero, después de más de cinco años de espera, la CIJ dictará el fallo que debe cerrar los temas pendientes entre Chile y el Perú a raíz de la Guerra del Pacífico, que los enfrentó entre 1879 y 1883 y que terminó con la pérdida de territorio para los peruanos, así como para los bolivianos, aliados de esos últimos.

Ese día, esperado con singular expectación, la CIJ determinará si, como dice Chile, los límites marítimos entre los dos países son los que han estado vigentes en la práctica y por lo tanto todo debe quedar prácticamente como está, o si es válido el reclamo peruano de que esa frontera acuática no ha sido trazada y que debe establecerse con una línea que podría darle a Lima hasta 35,000 nuevos kilómetros cuadrados de soberanía en un espacio del Pacífico rico en pesquería.

En un clima de relación bilateral notoriamente mejor a lo que ha sido en promedio el contacto frecuentemente hostil entre los dos vecinos, ambos gobiernos, y al parecer la mayoría de la opinión pública de los dos países, se dicen dispuestos a acatar el fallo cualquiera sea. No obstante, nunca se pierde del todo el temor a posibles reacciones nacionalistas.

Chile/Bolivia: La relación entre Bolivia y Chile, en conflicto desde la guerra del Pacífico de 1879, empeoró este año, luego de que Bolivia interpusiera una demanda en la CIJ exigiendo negociaciones para obtener una salida soberana al océano Pacífico por territorios chilenos.

La presidente electa chilena, Michelle Bachelet, calificó como un error la decisión de Palacio Quemado, que introduce la relación bilateral en un juicio que puede durar años. El presidente Morales la defendió arguyendo que hasta ahora Chile jamás quiso ceder soberanía.

Colombia/Nicaragua: El litigio entre Colombia y Nicaragua ante la CIJ comenzó en 2001, cuando Managua presentó una demanda tras desconocer un tratado mediante el cual entregó a Colombia en 1928 la soberanía del archipiélago caribeño de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

La CIJ ratificó en 2007 la soberanía colombiana sobre las islas y en noviembre de 2012 dijo que siete cayos seguirán bajo jurisdicción de Bogotá, aunque corrió hacia el este la línea que Colombia consideraba como límite y entregó a Nicaragua unas 200 millas náuticas.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció en septiembre de este año que su país considera "inaplicable" el fallo porque dos de los cayos colombianos quedaron rodeados por aguas nicaragüenses, por lo que planteó a Managua la suscripción de un tratado bilateral.

Nicaragua, por su parte, presentó ante la CIJ dos nuevas demandas, con el objetivo de extender su plataforma continental y para que Colombia sea obligada a cumplir el fallo de noviembre de 2012.

El Salvador/Honduras: El 15 de septiembre de este año, un grupo de militares y funcionarios hondureños izaron una bandera de su país en Isla Conejo, que El Salvador defiende como parte de su territorio. El disputado islote, de apenas medio kilómetro cuadrado, está ubicado en el centro del Golfo de Fonseca y es motivo añejo de disputa entre las dos vecinas naciones centroamericanas.

Pese a que Honduras tiene presencia militar en el islote, El Salvador afirma, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Miranda, que Isla Conejo es de su territorio y nunca le ha sido cuestionado. Dijo además que cualquier disputa debe resolverse por la vía del diálogo y tomando en cuenta que Honduras, El Salvador y Nicaragua han suscrito planes para convertir al Golfo de Fonseca en un espacio de desarrollo trinacional.

El Salvador y Honduras tuvieron una guerra por asuntos limítrofes en 1969. Se le llamó la Guerra del Fútbol o la de las 100 horas. Entre ambas naciones hubo un costo social de unos mil muertos y millares de desplazados.