El indicador de pobreza infantil es mayor en el Gran Buenos Aires, el populoso cordón urbano que rodea a la capital argentina.
El 42.6 por ciento de los menores de 18 años de esa región vive en hogares en el denominado conurbano bonaerense sin ingresos suficientes para acceder a los bienes más necesarios. Son 1.3 millones de niños y adolescentes, mientras que 290,000 de ellos son indigentes, precisa el informe que publica hoy el diario "La Nación".
La pobreza entre los menores de 18 años en todo el país fue estimada en 38.8 por ciento, frente al 37.2 por ciento calculado en 2012. En tanto, en la población urbana total, la pobreza llega al 27.5 por ciento, según el Barómetro de la Deuda Social.
El instituto estimó los índices de pobreza mediante la comparación de los ingresos declarados en los hogares con el valor de una canasta básica para una familia de cuatro integrantes, estimada para 2013 en 4,142 pesos (unos 630 dólares a la cotización de fines de diciembre), y de 1,982 pesos (300 dólares) para la canasta que fija la línea de indigencia.
El gobierno desestimó hoy el estudio realizado por la UCA. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sostuvo que Argentina ha registrado en los últimos años "una reducción de pobreza de carácter estructural".
Según el funcionario, fue una caída en los índices "abrupta, intensa y a través de políticas públicas" que mejoraron la creación de empleos y los salarios.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) estatal suspendió este año la difusión del índice de pobreza correspondiente al segundo semestre de 2013. El último dato oficial señaló que a fines del primer semestre del año pasado la pobreza se ubicó en 4.7 por ciento.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, consideró hoy que "medir la pobreza todos los días, un pobre más, un pobre menos, no es metodológicamente muy serio".
"La verdad que medir la pobreza es una cuestión. Hay un montón de parámetros para medir condiciones de pobreza, no digo que no tenga que hacerse", expresó.
Kicillof señaló que "en los 90 se tomó como indicador una canasta de bienes y se dijo 'el que no accede a esta canasta, es pobre', una cosa bastante arbitraria". "Después se empezó a actualizar usando un índice de precios, y cómo se sabe si la gente llega o no llega a la canasta, tomando determinada medición en el ingreso, o sea, una medida bastante cuestionable", argumentó.
El jefe del Palacio de Hacienda señaló que tras la reformulación del cálculo del índice de inflación "también las mediciones vinculadas a la pobreza están en un rediseño".
"El Estado está trabajando en diferentes mediciones de la pobreza, que son cualitativas, cuantitativas. El discurso de que hay más pobres que en 2001 no se lo creen ni ellos. Todos estamos de acuerdo en que la pobreza bajó, después cuánto depende de cómo la medís y de qué medís", subrayó el ministro de Economía. Durante la crisis de 2001 y 2002, casi la mitad de la población de la región metropolitana se encontraba bajo la línea de pobreza. (DPA)