El estudio de la organización Center for New Community (CNC) de Chicago destaca que los campesinos hispanos de siete zonas rurales de Iowa afrontan difíciles condiciones de vida, incluyendo pobreza, aislamiento social, problemas de salud y falta de una infraestructura comunitaria adecuada para revertir esa situación.
Desde junio del 2007 a mayo del 2010, el CNC llevó a cabo el Proyecto de Salud de Inmigrantes que abarcó siete comunidades de Iowa, tres en Missouri y dos en Minnesota, con el objetivo de analizar la situación de vida y de trabajo en plantas procesadoras de carne de res y de pollo.
Según David L. Ostendorf, director ejecutivo de CNC, aunque la mayor parte de los empleados en los frigoríficos son hispanos, también existe un importante número de inmigrantes de África y del Sureste Asiático.
"Ellos realizan trabajos que figuran entre los más peligrosos en Estados Unidos. El constante aumento de la velocidad de la línea de producción, el movimiento repetitivo de cortar los animales y los cuchillos dificultan las condiciones de trabajo, causando heridas y problemas de salud a largo plazo", dijo Ostendorf.
La situación se complica, según el informe, porque la mayoría de esos trabajadores carecen de seguro médico y de transporte hasta centros de salud, y desconocen cómo funciona el sistema de salud en Estados Unidos, al que consideran "complicado".
El personal de CNC trabajó junto con 36 congregaciones religiosas para realizar entrevistas personales con trabajadores de frigoríficos, granjeros, profesionales de la salud y líderes religiosos.
Esas entrevistas sirvieron para identificar a los líderes de la comunidad inmigrante, que se reunieron a su vez en sesiones para tratar la forma de mejorar el acceso de los campesinos y trabajadores hispanos a los centros de salud.
En esas reuniones se identificaron cuatro problemas principales que afrontan los hispanos en las zonas rurales del Medio Oeste de Estados Unidos: falta de centros de salud cercanos o a precios accesibles, falta de transporte a los centros de salud, falta de clases de inglés, y falta de traductores en los hospitales y clínicas.
Con respecto al trabajo en los frigoríficos, los principales problemas son la falta de tiempo de descanso adecuado, abuso verbal por parte de los supervisores, prohibición de traer su propia comida, alto índice de accidentes con heridas, falta de atención médica adecuada, y falta de tiempo de oración para los trabajadores musulmanes.
Las 36 congregaciones que colaboraron con el proyecto y representantes de CNC lograron conseguir vehículos donados para que varias comunidades ahora cuenten con transporte hasta el hospital más cercano.
También se está ahora gestionando la contratación de traductores en esos hospitales.
Además, se distribuyó información sobre salud y seguridad, tanto impresa como en vídeo, en inglés, español y somalí, a más de mil trabajadores agrícolas y de frigoríficos.
"Pero a la vez que nosotros estamos tratando de desarrollar mejores relaciones con estos trabajadores y sus familias, otros quieren deportarlos", indicó Ostendorf.