"El Departamento de Estado condena el intento ilegal de la Guardia Revolucionaria de Irán de acosar e impedir el paso de un barco con bandera del Reino Unido ayer (miércoles), cerca del estrecho de Ormuz", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, en una rueda de prensa.
"Elogiamos -añadió- las acciones de la Marina británica para asegurar la libertad de navegación y el libre flujo comercial en este importante canal de agua".
Asimismo, la portavoz de la diplomacia estadounidense aseguró que Washington seguirá "trabajando de cerca" con Londres y sus otros aliados para "asegurarse de que las actividades malignas del régimen iraní no interrumpen las leyes internacionales, marítimas y de seguridad, así como las leyes de comercio global".
Según el ministerio británico de Defensa, el buque The British Heritage salía del golfo Pérsico cuando tres embarcaciones iraníes trataron de impedir que navegase por el estrecho de Ormuz.
Esto obligó a la fragata HMS Montrose a tomar posición entre las embarcaciones iraníes y el British Heritage y hacer una advertencia verbal a los barcos iraníes, que entonces se apartaron, de acuerdo a la versión de Londres.
Frente a ello, la Fuerza Naval de los Guardianes de la Revolución de Irán negó hoy haber intentado impedir el paso del petrolero The British Heritage y aseguró que sus misiones en el golfo Pérsico se llevan a cabo de acuerdo a "los métodos de rutina" y con "inteligencia y precisión".
No obstante, esa fuerza de los Guardianes de la Revolución alertó de que en el caso de recibir una orden de incautación de buques extranjeros, está preparada para "hacerlo de manera inmediata, firme y rápida".
La tensión entre Irán y EEUU ha escalado en los últimos meses y se ha trasladado fuera del golfo Pérsico, implicando al Reino Unido, cuyas fuerzas detuvieron la semana pasada a petición estadounidense un petrolero iraní en Gibraltar.
Las autoridades de Gibraltar sostienen que el buque llevaba petróleo a Siria, lo que viola las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE), pero Irán niega que el país árabe fuera su destino.