EE.UU. sanciona a un magnate sirio de la construcción vinculado a Bachar al Asad

El Gobierno de EE.UU. impuso hoy sanciones contra el oligarca sirio Samer Foz, magnate de la construcción ligado al presidente Bachar al Asad, y a varias empresas e individuos relacionados con él por haberse enriquecido de la crisis humanitaria en el país.

"Samer Foz, sus familiares, y su imperio de negocios han convertido las atrocidades del conflicto sirio en una empresa generadora de beneficios", dijo Sigal Mandelker, subsecretaria de Terrorismo e Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro en un comunicado.

"Este oligarca sirio -agregó- está apoyando directamente al régimen asesino de Asad y construyendo complejos de lujo en terrenos robados a los que huyen de su brutalidad".

Mandelker recalcó que el Gobierno de EE.UU. está "comprometido a hacer responsable a quienes se enriquecen con el régimen mientras civiles sirios sufren en esta crisis humanitaria".

Con estas designaciones, aseguró, el Gobierno del presidente Donald Trump busca frenar "los apoyos financieros y suministros fundamentales para los esfuerzos de inversión del régimen sirio".

Junto con Samer Foz, también son objeto de sanciones sus hermanos Amer Foz y Husen Foz, quienes gestionan empresas en Siria y en los Emiratos Árabes Unidos.

El magnate sirio es el propietario de numerosas propiedades de lujo en el país, entre ellos el hotel Four Seasons Damascus y el Orient Club de Damasco, señaló la nota de prensa.

Además, controla el conglomerado Aman Holding, que agrupa a más de una docena de empresas con negocios en los sector de la agricultura, construcción, hostelería y petróleo.

El Tesoro también bloqueó las operaciones de las empresas Synergy SAL y BS Company a las que acusa de ser responsable de importar importantes cantidades de petróleo en Siria procedente de Irán.

Como consecuencia de las sanciones, quedan bloqueados los activos que estas personas y entidades puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíbe llevar a cabo transacciones financieras con ciudadanos estadounidenses.

Según indicó en marzo el Observatorio de Derechos Humanos Sirio, más de 500,000 personas han muerto durante los ocho años que se ha prolongado la guerra civil en el país.