"Digan, con este partido, 'no' a cualquier tipo de discriminación", pidió el pontífice. "El deporte es la alegría de vivir y una fiesta, ustedes, los futbolistas, son testigos de ello", añadió el papa argentino.
El encuentro, destinado a fines de caridad, se jugará en el estadio olímpico de Roma y contará con jugadores como el camerunés Samuel Eto'o, el colombiano Carlos Valderrama o el brasileño Ronaldinho. Se espera que el argentino Lionel Messi y el italiano Andrea Pirlo, ambos lesionados, estén presentes en el estadio.
"Las religiones deben ser un vínculo para la paz, nunca para el odio", añadió Francisco, que impulsó la idea del partido junto con el argentino Javier Zanetti, vicepresidente del Inter.
"Mi deseo es ver aquí unidos a entrenadores y juugadores de diferentes religiones".
Ex jugadores como Maradona, Filippo Inzaghi o Roberto Baggio también tomarán parte del partido.
Los entrenadores serán el argentino Gerardo Martino -flamante selaccionador nacional de su país- y el francés Arsene Wenger, técnico del Arsenal.
El dinero que se recaude en el partido se destinará al proyecto "Una alternativa de vida", que impulsa en Buenos Aires mejor atención médica y educación para niños y jóvenes. (DPA)
