El Vaticano resalta los valores del circo, "que une a pueblos y personas"

La Iglesia mira con confianza al mundo del circo, "caracterizado por el respeto, la bondad y la ternura y comprometido con la construcción de una fraternidad universal y la unión entre personas y pueblos", dijo hoy el cardenal Antonio Veglio, titular del Consejo Pontificio para los Itinerantes.

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Equilibristas del circo durante la actuación que ofrecieron a los niños.

El cardenal hizo estas manifestaciones en la carta enviada al presidente de la Asociación Europea Circense, Urs Pilz, con motivo de la IV Jornada Mundial del Circo, que se celebrará el 20 de abril, hecha pública por el Vaticano.

En la misiva, el cardenal que preside el dicasterio para los emigrantes e itinerantes, se unió a la iniciativa, que, dijo, "muestra a la sociedad al alto valor sociocultural y antropológico del circo", del que forman parte hombres y mujeres de todos los continentes, "superando las fronteras y las barreras culturales y sociales".

"Esta jornada mundial es un instrumento extraordinario para que todos podamos apreciar y profundizar en el mensaje de solidaridad y hermandad del que el circo es custodio y testimonio", subrayó Veglio.

El cardenal añadió que el 1 de diciembre del pasado año Benedicto XVI recibió a un amplio grupo de personas del mundo del circo ante los que destacó que el circo siempre ha mostrado valores como "el amor por la familia, la preocupación por los más pequeños, el cuidado de los discapacitados y los enfermos, la valorización de los ancianos y del patrimonio de sus experiencias, el diálogo entre generaciones, el sentido de la amistad y el gusto por el trabajo en equipo".

En aquella ocasión el papa Ratzinger dijo también que a través de sus espectáculos, juegos y coreografías, músicas y exhibiciones atléticas y artísticas, el circo crea ocasiones "únicas" para socializar grandes y pequeños y suscita sentimientos de amistad y momentos de descanso, "de los que tan necesitados está el hombre contemporáneo".

Veglio destacó que los circos no dudan en ir a lugares de guerra, de violencia y de calamidades naturales para ofrecer a los que sufren, especialmente a los niños y ancianos momentos de paz, de esperanza y alegría.

En esa línea de esperanza, el cardenal recordó que el papa Francisco ha exhorta a los fieles a "no perder la esperanza y ver la luz" en un mundo marcado "muchas veces por las tensiones y desigualdades y con una mentalidad egoísta e individualista".