Dos mujeres integrantes del grupo también fueron procesadas pero sin prisión y deberán cumplir arresto domiciliario.
A los procesados, todos uruguayos, el juez del Crimen Organizado les tipificó los delitos de "proxenetismo, lavado de activos, trata de personas y explotación sexual".
Unas quince mujeres que fueron obligadas a ejercer la prostitución por esta red testificaron y la Justicia dispuso que fueran ingresadas en el programa de protección a testigos y se borren sus nombres de las actas del proceso para evitar represalias.
El grupo tenía su base de operaciones en los departamentos de Río Negro y Paysandú, en el litoral oeste uruguayo y a unos 400 kilómetros de Montevideo.
Tras un tiempo de "entrenamiento" en Uruguay, las mujeres eran trasladadas a España e Italia, donde se les retenía el pasaporte y debían ejercer la prostitución callejera, agregaron los informantes.
Una mujer que logró escapar de la organización denunció que estuvo cinco meses secuestrada en España.