Afuera de las instalaciones de la Messe Hamburg (Feria Comercial de Hamburgo), donde se lleva a cabo la cita, la policía y los funcionarios alemanes encargados de la seguridad se mesan los cabellos por el éxito que se han anotado entre la noche del jueves y este viernes las protestas contra el G-20.
Melania Trump no puede salir de la casa de visitantes distinguidos del gobierno de Hamburgo, donde su esposo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su delegación están alojados. El programa para los cónyuges de los jefes de Estado y de gobierno tuvo que ser cambiado por los problemas de seguridad.
Debido a la sequía informativa sobre los puntos centrales de las negociaciones, miles de los cuatro mil 800 periodistas que cubren la cumbre han enfocado sus reportes en los continuos disturbios que protagonizan quienes protestan en la zona alrededor de la Messe Hamburgo.
Los líderes de los activistas bombardean a la policía y a los funcionarios de seguridad con acusaciones sobre violencia extralimitada, al tiempo que muchos de ellos rompen escaparates de negocios e incendian vehículos. Se trata principalmente de activista de izquierda.
Con todo, la situación no se ha salido de control, pero los funcionarios de seguridad ya pidieron refuerzos a los estados vecinos de Hamburgo. Hasta el momento han conseguido el envío de 850 agentes del orden adicionales a los casi 20 mil policías destacados en esa ciudad.
La escasez de información sobre posibles acuerdos recuerda lo sucedido en la Cumbre del Grupo de los Siete (G-7) en la ciudad italiana de Taormina a fines de mayo pasado, cuando Trump logró boicotear la cristalización de acuerdos.
Hasta el momento trascendió que Trump utilizó el discurso que pronunció para elogiarse a sí mismo. Puso de relieve que desde que es presidente, la economía de Estados Unidos está muy bien.
La anfitriona del G-20, la canciller federal alemana, Angela Merkel, había dado la palabra a Trump para que iniciara sobre el tema de comercio y economía. Reiteró sus posiciones en el sentido de que el libre comercio daña los intereses de Estados Unidos, y por lo tanto se opone a éste.
Trump no ve al mundo como una comunidad global sino como una arena en la cual cada quien busca su beneficio. La defensa del capitalismo salvaje, como lo llaman los medios alemanes.
El ambiente es tal, que Merkel pidió a los participantes en la cumbre disposición para el compromiso porque dijo que soluciones solo pueden encontrarse cuando todos aproximan sus posiciones a las de los otros para alcanzar compromisos, entendimiento.
Sherpas de la cumbre, que son quienes negocian los acuerdos entre bambalinas, comentaron este día en Hamburgo a la prensa que eso parecía un "circo". La delegación estadunidense quiere, al parecer, que en el comunicado final se asiente el uso de "energías fosiles limpias".
Lo anterior no se puede aplicar al petróleo y al carbón. La intención de fondo de la delegación negociadora estadunidense es que también se legitime el uso de esos energéticos, a los que parte de la comunidad internacional se propone sustituir con energías limpias y renovables.