FAO, en la lucha permante contra el hambre

Los problemas crecientes del hambre y la desnutrición han reunido a mandatarios y líderes en Roma, en la sede de la FAO, con el fin de involucrar a los distintos gobiernos para llegar a compromisos vinculantes con la ayuda alimentaria. Hambre y cambio climático son los temas espinosos que pocos quieren abordar.

Destacados:

- En la declaración adoptada por los mandatarios mundiales, entre ellos unos sesenta jefes de Estado y de Gobierno, se comprometen, para 2015,  a reducir a la mitad el número de personas que sufren hambre en todo el planeta.

- Bachelet y Lula plantearon en Roma un discurso con líneas generales muy parecidas y que exige que, ante la crisis económica, no se deje a un lado la lucha contra el hambre, para cuya erradicación hace falta ese dinero utilizado por los gobiernos en el colapso financiero.

- La iniciativa "América Latina y el Caribe Sin Hambre" surgió en 2005 para impulsar la promoción de la seguridad alimentaria mediante diversas iniciativas. El hambre en la región sufrió este año un marcado aumento de casi un 13 por ciento con respecto a 2008, debido a la crisis económica global.

La reunión que acoge la ciudad de Roma, sede italiana de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hasta el miércoles, comenzó con la aprobación de una declaración conjunta y con las intervenciones del papa Benedicto XVI y de líderes políticos, como los presidentes de Chile y Brasil, Michelle Bachelet y Luiz Inácio Lula da Silva, respectivamente, así como el presidente de la Comisión Europea (CE), el portugués José Manuel Durão Barroso.

En la declaración adoptada por sesenta jefes de Estado y de Gobierno, se comprometen a reducir a la mitad el número de personas que sufren hambre en todo el planeta, para el año 2015.

En el punto de mira de los países se encuentra, además, la necesidad de aumentar en un 70 por ciento la producción agrícola para 2050 con la que poder alimentar a una población mundial que superará los nueve mil millones de personas, combatiendo además el cambio climático.

La crisis económica reduce las ayudas humanitarias

Según reza la declaración conjunta de la cumbre, también  pretenden llevar a cabo un cambio de rumbo en la "tendencia a la disminución de la financiación nacional e internacional para la agricultura, la seguridad alimentaria y el desarrollo rural en los países en desarrollo”.

Sobre estas ayudas económicas hablaron Bachelet y Lula, quienes plantearon en la capital de Italia un discurso con líneas generales muy parecidas y que exige que, ante la crisis económica, no se deje a un lado la lucha contra el hambre, para cuya erradicación hace falta ese dinero utilizado por los gobiernos en el colapso financiero.

"Con menos de la mitad de esos recursos, sería posible erradicar el hambre del mundo. La lucha contra el hambre sigue, sin embargo, prácticamente al margen de la acción de los gobiernos. Es como si fuera invisible”, dijo Lula.

Un argumento casi idéntico el que defendió su homóloga chilena: "Así como el mundo fue capaz de gastar trillones de dólares para evitar el desplome económico, ahora es necesario un esfuerzo similar para evitar un desplome social".

"Y la dimensión más grave, importante y urgente de este desplome social es el hambre. Por primera vez en su historia, la humanidad tiene más de mil millones de personas en situación de hambre, cincuenta y tres de ellos en América Latina", dijo Bachelet.

Para conseguir los objetivos planteados en la lucha contra el hambre, los países participantes de la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria se han propuesto cumplir cinco principios para impulsar este Objetivo de Desarrollo del Milenio.

La inversión en planes nacionales que canalicen los recursos en esa lucha contra el hambre y la coordinación estratégica de los planos nacional, regional y mundial para mejorar su asignación son los dos primeros compromisos alcanzados en Roma.

En este sentido, Benedicto XVI denunció la falta de un sistema de instituciones económicas capaces y aseveró que no se puede continuar aceptando la opulencia y el derroche "cuando el drama del hambre es cada vez mayor".

Los otros tres principios acordados apuestan por un planteamiento sobre seguridad alimentaria que actúe a corto, medio y largo plazo, así como por la mejora del sistema de actuación multilateral y la garantía del compromiso de los firmantes de la declaración sobre el mantenimiento de los recursos de ayuda.

El presidente de la Comisión Europea (CE), el portugués José Manuel Durão Barroso, advirtió de que un mundo en el que mil millones de personas pasan hambre no es sólo una "mancha en nuestra conciencia colectiva" sino que es una "amenaza creciente" para la seguridad global.

La labor de FAO en América Latina

La iniciativa "América Latina y el Caribe Sin Hambre" surgió en 2005 para impulsar la promoción de la seguridad alimentaria mediante diversas iniciativas.

El hambre en la región sufrió este año un marcado aumento de casi un 13 por ciento con respecto a 2008, debido a la crisis económica global, una tendencia que revierte el avance logrado en los últimos años, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).

Guatemala

El Programa Especial de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PESA) es un programa del Ministerio guatemalteco de Agricultura, ejecutado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que beneficia a 3 mil familias de seis municipios de igual cantidad de departamentos del "corredor seco".

Una de las zonas más castigadas por la sequía que padece el país y que ha provocado que cerca de medio millón de familias de campesinos pobres pierdan hasta el 90 por ciento de sus cosechas agrícolas.

Colombia

El largo conflicto armado que vive Colombia desde hace más de cuatro décadas ha provocado una grave crisis humanitaria que se ha traducido en inseguridad alimentaria a causa de la desnutrición y, en algunos casos, el hambre. En consecuencia, la FAO ha puesto en marcha en este país su más ambicioso proyecto de América Latina para ayudar a paliar esa situación.

Este proyecto se lleva a cabo en el departamento de Antioquía, cuya capital es Medellín. El proyecto de la FAO en este departamento tiene dos componentes fundamentales: el de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), que tiene veintisiete Escuelas de Campo para Agricultores (Ecas) en el departamento.

Además, hay un componente llamado "una huerta para todos" que tiene como fin implementar mejoras en la situación alimentaria y nutricional de las familias participantes por medio del autoabastecimiento.

México

Dentro del estado mexicano de Puebla, el agua es un recurso escaso en la región casi desértica de la mixteca, donde se sitúan comunidades marginadas y pobres, con cada vez menos habitantes porque el 50 por ciento ha emigrado a Estados Unidos en busca de un futuro mejor. Para aquellos que se quedan, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) está implementando unos programas para hacerles la vida un poco más fácil.

La mixteca poblana está llena de pequeñas comunidades con calles de tierra, casas de cemento con los cimientos de hierro a la vista, a la espera de las remesas de los que se fueron para poder ampliarlas, y mujeres, niños y ancianos con los rostros curtidos por la escasez y el ardiente sol.

Desde 2005 la ONU trabaja en la zona a través de la FAO con un Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA). Este programa busca contribuir a reducir la pobreza y mejorar la seguridad alimentaria de manera sostenible en municipios y comunidades de alta y muy alta marginación, como las 564 localidades poblanas atendidas el pasado año.

Nicaragua

La Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), situada 632 kilómetros al nordeste de Managua y con 9 mil 182 kilómetros cuadrados de extensión, es la más pobre de Nicaragua. El huracán Félix, en el año 2007,  arrasó la mayoría de las frágiles casas del lugar y acabó con los sembrados.

La FAO, en su búsqueda por evitar la hambruna que se avecinaba en la RAAN y promover la seguridad alimentaria en Nicaragua, apostó por entregar semillas de fríjol a las comunidades indígenas afectadas. En total distribuyeron 15 mil 657 quintales de semillas de fríjol a 20 mil 512 familias que habitan en 555 comunidades de la RAAN y se inició la rehabilitación de las capacidades productivas y la prevención de incendios forestales en la RAAN.

Perú

En la región peruana de Ayacucho, no sólo falta el oxígeno, también es evidente la carencia alimentaria. FAO lucha contra el hambre a 4 mil metros de altura.Sin saberlo, los pobladores de Churia, en el distrito ayacuchano de Vinchos, pertenecen a los casi mil millones de subnutridos que hay en el mundo, según cifras ofrecidas por la FAO.

En el proyecto de ayuda del organismo de la ONU participaron unas 5 mil 250 familias de 150 comunidades campesinas, elegidas por tener una "inseguridad alimentaria" de hasta el de 69 por ciento, significativamente superior al promedio regional (de 45 por ciento) y al promedio nacional de 29.54 por ciento.

Entre los resultados destacados por la FAO se observó el incremento de la productividad en 15 por ciento, la incorporación de semillas de calidad, el apropiado manejo agronómico y el uso adecuado de los recursos de suelo y agua.

Leyes contra el habmre en Latinoamérica

Latinoamérica está a la cabeza de las iniciativas para promover el derecho a la alimentación, pero para que estos programas fructifiquen es necesario que el esfuerzo sea global.

En ese sentido, legisladores de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Venezuela se reunieron a finales de junio de 2009 en Santiago de Chile  para establecer un  plan de acción de alcance continental para erradicar el hambre y un mes después se celebró un segundo encuentro en Ciudad de Panamá, en esta ocasión con parlamentarios centroamericanos y caribeños.

En esas reuniones  se acordó una Propuesta de Estatutos y de Plan de Acción,  plasmándose en una declaración en la cual los políticos reafirmaron su compromiso con la construcción del Frente Parlamentario contra el Hambre, constituyéndose así como un compromiso para promover leyes de seguridad alimentaria y nutricional, y concretar el derecho a la alimentación por medio de iniciativas legislativas.

En el caso de los países donde ya existen estas leyes, la idea es profundizar en ellas y  garantizar la asignación de recursos suficientes para los programas que combate el hambre.