"Desde aquí quiero enviar un mensaje a todos los Estados Miembros que tienen nacionales en Al Hol y en otros lugares: todos deben intensificar significativamente sus esfuerzos para facilitar la repatriación segura y digna de sus nacionales", dijo a los medios tras visitar el centro de rehabilitación Jeddah, una instalación en el norte de Irak dedicada a acoger y a ayudar a los retornados de esos centros de internamiento.
Guterres se encuentra en su último día de visita en Irak, país al que viajó hace dos días por primera vez en seis años.
"Como Alto Comisionado para los Refugiados, durante diez años he visitado campos de todo el mundo. No dudo en afirmar que el peor campo que existe en el mundo actual es el de Al Hol, con las peores condiciones posibles para la gente y con un enorme sufrimiento para las personas que llevan años allí varadas", señaló.
El infame campo de Al Hol tiene una extensión de apenas 3 kilómetros cuadrados y, construido hace varias décadas para acoger a refugiados iraquíes, pasó a ser un centro para miles de familiares del EI a raíz de la campaña final para arrebatar los últimos reductos ocupados por la formación terrorista.
Guterres alabó a Irak por ser un "ejemplo" de las repatriaciones, algo que deben hacer el resto de países "en línea con el derecho internacional aplicable".
Quiso destacar que "casi la mitad de la población de Al Hol tiene menos de 12 años".
"Están atrapados en una situación desesperada sin final a la vista. Por tanto, merecen una salida. Es una cuestión de decencia y compasión humanas, y de seguridad. Porque cuanto más tiempo dejemos que esta situación insostenible se encone, más crecerá el resentimiento y la desesperación, y mayores serán los riesgos para la seguridad y la estabilidad", concluyó.