Holanda abre una amplia investigación sobre el escándalo de la carne de caballo

Las autoridades holandesas han puesto en marcha una investigación a amplia escala para esclarecer el alcance en su territorio del fraude en el etiquetado de carne de caballo vendida como de vacuno en alimentos preparados, como lasañas o salsas boloñesas, informa hoy la agencia Dutchnews.

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Las investigaciones se extenderán a unas cien empresas holandesas, que incluirán desde mataderos a supermercados.

Para llevarlas a cabo, se tomarán centenares de muestras de carne etiquetada como "100 % vacuno", a efectos de determinar si contiene carne de caballo.

Además, se comprobarán los productos de 40 empresas, remontando todas las etapas previas en la cadena alimentaria, hasta llegar a su origen.

Los controles incluirán asimismo a unos 40 mataderos, para detectar si hay presencia de fenilbutazona, un antiinflamatorio utilizado en caballos y potencialmente dañino para los humanos.

Las medidas fueron anunciadas el jueves por la ministra holandesa de Agricutura, Sharon Dijksma, que calificó de "inaceptable" que los consumidores sean engañados de manera deliberada para obtener beneficios.

La responsable holandesa defendió la idea de que los productos preparados que contengan carne incluyan un etiquetado que precise su procedencia, idea que defienden también Francia y Reino Unido, pero sobre la que la Comisión Europea no quiere pronunciarse hasta conocer los resultados de un informe y una evaluación de impacto que se están realizando en este momento.

Según la televisión holandesa NOS, los inspectores alimentarios de Holanda llevan desde el pasado 11 de febrero realizando controles aleatorios a productos cárnicos en todo el país.

Distintos supermercados holandeses ya han retirado productos etiquetados como "100 por ciento carne de vacuno", tras comprobar que contienen carne equina.

Por otra parte, Jan Fasen, el ciudadano holandés supuestamente implicado en el escándalo de la carne de caballo etiquetada como de ternera ha denegado su implicación en el escándalo que ahora se investiga a nivel comunitario.

Fasen dirige la empresa con base en Chipre Draap Trading, que supuestamente habría comprado carne de caballo en Rumanía y la habría vendido a otras compañías europeas, que luego se encargaron de comercializarla en productos como lasañas congeladas.