HRW denuncia que la crisis humanitaria de Afganistán es sobre todo económica

La organización internacional Human Rights Watch (HRW) denunció este miércoles que la crisis humanitaria que atraviesa Afganistán desde la llegada al poder de los talibanes es "en esencia, una crisis económica" por las restricciones externas impuestas al sector bancario del país y a los fondos humanitarios internacionales.

“La crisis humanitaria de Afganistán es, en esencia, una crisis económica. (...) Los afganos ven comida en el mercado pero no tienen dinero para comprarla y los trabajadores de la salud están listos para salvar vidas, pero no tienen salarios ni suministros", dijo en un comunicado el director de campañas para Asia de HRW, John Sifton.

"Se han prometido miles de millones para ayuda, pero no se han gastado porque los bancos no pueden transferir ni acceder a los fondos", agregó.

En el documento, HRW criticó las acciones tomadas por Estados Unidos desde la toma de Kabúl por los fundamentalistas el pasado 15 de agosto, como la suspensión del reconocimiento del Banco Central de Afganistán, "han aislado la economía del país asiático" y "han reducido severamente el pago de asistencia vital y los salarios de millones de maestros, trabajadores de la salud y otros trabajadores esenciales".

Unas medidas pensadas para restringir el acceso de los talibanes a los fondos extranjeros, pero que sin embargo también afectan a la subsistencia, la alimentación y la atención médica de millones de afganos.

En este sentido, la ong precisó que estos problemas se agravan en el caso de las mujeres y las niñas por las prohibiciones impuestas por los fundamentalistas al trabajo y a la educación femenina, así como a su libertad de movimiento.

Además, denunció un aumento de la desnutrición aguda en Afganistán, donde "el 95 por ciento de los hogares experimenta inseguridad alimentaria" y varios niños mueren a diario.

Para atajar esta crisis económica, HRW propuso el reconocimiento por parte de la comunidad internacional del Banco Central de Afganistán, que actuando con independencia de los talibanes y monitoreado por auditores externos, permitiría procesar transacciones comerciales y humanitarias legítimas.

Una acción que se sumaría a otras tomadas recientemente por Estados Unidos y el Banco Mundial, que desbloquearon miles de millones de dólares en asistencia que podrían usarse para ayudar a estabilizar el país, y además autorizaron a los bancos afganos a participar nuevamente en el comercio internacional.

Sin embargo, la organización critica que las restricciones sobre el Banco Central afgano, "dificultan o imposibilitan que los bancos privados procesen grandes transacciones y perjudica la funcionalidad de la economía del país".

“Estados Unidos y los talibanes deberían llegar a acuerdos para evitar más hambrunas. Las promesas de ayuda y la autorización para el trabajo humanitario no serán suficientes para alimentar a toda la nación”, concluyó Sifton.