Jacobson: Nueva política hacia Cuba no es una concesión a los Castro

Roberta Jacobson, secretaria adjunta del Departamento de Estado norteamericano para Asuntos del Hemisferio Occidental, defendió hoy en el Senado la nueva política de Estados Unidos hacia Cuba y aseguró que no es una concesión al gobierno de los hermanos Castro a cambio de nada, como afirman algunos senadores.

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La secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobso.

Jacobson testificó hoy junto a Tom Malnowski, secretario adjunto para Democracia, Derechos Humanos y Empleo del Departamento de Estado, ante el subcomité para el Hemiferio Occidental del Senado.

La máxima responsable de América Latina de la cartera de Exteriores nortamericana recordó que la anterior política de Washington hacia la isla no sólo "ha fracasado a la hora de empoderar a los cubanos sino que nos ha aislado de nuestros socios democráticos en el hemisferio y en el mundo".

Jacobson, que explicó que el Departamento de Estado no participó en las negociaciones secretas que llevaron al acuerdo del 17 de diciembre, consideró que la política de aislamiento "ha sido utilizada como una excusa por el gobierno cubano para restriciones sobre sus ciudadanos" y que, como consecuencia de ello, los que más han sufrido han sido el pueblo cubano.

La secretaria adjunta dijo que "esta administración no se hace ilusiones al respecto sobre el carácter del gobierno cubano" y aseguró que seguirán presionando al gobierno de la ilsa para que respete los derechos humanos y las libertades fundamentales de su pueblo.

Preguntada por si considera que el acuerdo es una concesión al gobierno de Raúl Castro, Jacobson dijo: "En absoluto". "No las vemos como concesiones. Están diseñadas para empoderar al pueblo cubano de forma más efectiva a lo que hemos sido capaces de hacer en el pasado", añadió.

Las críticas a la nueva política de Estados Unidos hacia Cuba vinieron principalmente de los dos senadores de origen cubano: el demócrata Robert Menéndez y el republicano Marco Rubio, presidente del subcomité para el Hemisferio Occidental.

Rubio criticó que la ausencia en la audiencia de los negociadores del acuerdo con La Habana a los que, según el senador, la Casa Blanca no les ha permitido testificar ante el Senado. Se trata de Ben Rhodes, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y del estadounidense de origen hondureño Ricardo Zúñiga, director principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo Nacional de Seguridad (NSC, por sus siglas en inglés).

"No es ningún secreto que tengo profundas reservas y en muchos casos directa oposición a muchos de los cambios que vamos a revisar hoy por la simple razón que creo que no serán efectivos a la hora de traer el tipo de apertura política en la isla de Cuba que todos deseamos para los cubanos", dijo Rubio al inicio de la audiencia.

Méndez aseguró que "18 meses de negociaciones secretas han producido un mal acuerdo, malo para los cubanos", y consideró que el gobierno estadounidesne "ha comprometido principios fundamentales por concesiones mínimas".

Recordó además que muchos opositores continúan en prisión y que "los cubanos -aquellos que sufren más bajo el régimen- todavía tienen cero garantías para cualquier libertad fundamental".

"Y ahora Raúl Castro está pidiendo que le devolvamos Guantámamo y una lista completa de concesiones de Estados Unidos, incluyendo la compensación del impacto de embargo, y él no ha cedido nada. ¿Cuánto más estamos dispuestos a dar? ¿Cúanto más estamos dispuestos a hacer para ayudar a llenar los cofres de sus monopolios militares mientras los cubanos todavía luchan por llegar a final de mes?".

En la audiencia también participaron cuatro disidentes cubanos: Berta Soler, presidenta de las Damas de Blanco; la activista pro derechos humanos y periodista independiente Miriam Leiva; Manuel Cuesta Morúa, portavoz de Arco Progresista y coordinador de Nuevo País; y Rosa María Payá, hija del opositor Oswaldo Payá, fallecido en 2012 en un accidente de tráfico cuya responsabilidad la familia atribuye al gobierno cubano. (DPA)