La coalición árabe extiende alto el fuego en el Yemen durante el mes de ramadán

La coalición militar liderada por Arabia Saudí decidió hoy extender por un mes más el alto el fuego que declaró hace dos semanas en el Yemen, donde la alianza interviene a favor de las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y en contra de los rebeldes hutíes.

El portavoz de la coalición árabe, Turki al Malki, informó de que el alto el fuego que expiró ayer se prolongará por un periodo de un mes desde el 23 de abril, según informó la agencia de noticias oficial saudí SPA.

El anuncio coincide con el comienzo este viernes del mes sagrado de ramadán en el Yemen, donde la intervención de la alianza hace cinco años ha causado un prolongado y enquistado conflicto armado, que ha derivado en la mayor crisis humanitaria del planeta, según la ONU.

Asimismo, llega después de que ayer el enviado especial de la ONU para el Yemen, Martin Griffiths, pidiera a las partes en conflicto poner fin al sufrimiento del pueblo yemení y dejar las armas "guiados por el espíritu del mes sagrado" musulmán.

Al Malki detalló hoy que la decisión de la alianza se basa "en la petición del enviado especial de Naciones Unidas de un alto el fuego para dar la oportunidad para progresar en las negociaciones entre las dos partes en torno a un alto el fuego definitivo".

"La coalición reafirma que todavía existe la oportunidad para que todos los esfuerzos lleven a un alto el fuego global y duradero en el Yemen, y a acordar medidas serias, concretas y directas para aliviar el sufrimiento del pueblo yemení", afirmó Al Malki.

Asimismo, señaló el coronavirus como uno de los motivos detrás de la decisión de prolongar el cese de hostilidades, que en las pasadas dos semanas no detuvo la violencia sobre el terreno y que ambas partes se acusaron mutuamente de violar en varias ocasiones.

Griffiths solicitó ayer a las partes en conflicto en el Yemen "coordinar los esfuerzos en ayudar al país a responder a la pandemia y otras necesidades urgentes" de su población.

Además de la llegada de la COVID-19 al Yemen, el país árabe está siendo azotado desde mediados de marzo por lluvias torrenciales que han causado graves daños y más de una veintena de muertos, y que suelen traer consigo el aumento de enfermedades contagiosas como el cólera y el dengue.