La expresidenta surcoreana y el líder de Samsung serán juzgados de nuevo

El Supremo de Corea del Sur ordenó este jueves juzgar de nuevo a la expresidenta Park Geun-hye y al líder de facto del gigante Samsung, Lee Jae-yong, por su participación en la trama de corrupción conocida como "la Rasputina", que sacudió los cimientos del país hace más de dos años.

El máximo órgano judicial surcoreano estimó que los tribunales del distrito central de Seúl deberán juzgar de nuevo a Park ya que considera que debieron procesarse por separado los cargos de soborno con respecto al resto de delitos, debido a que la ley surcoreana así lo precisa cuando se sienta a cargos públicos en el banquillo.

De este modo, queda anulada la sentencia que condenó a la exmandataria a 25 años de prisión tras ser hallada culpable de 16 de los 18 cargos de corrupción los que se le acusaba en relación a la trama de la "Rasputina", entre ellos abuso de poder, soborno y coacción.

El tribunal consideró entonces probado que Park creó junto a su amiga Choi Soon-sil, apodada la "Rasputina", una red de favores a través de la cual extorsionaron a grandes empresas como Samsung, Hyundai o Lotte.

El escándalo puso de relieve la impunidad con la que actuaron en connivencia durante años el sector empresarial y público en el país asiático, donde millones de personas salieron a la calle entre 2016 y 2017 para pedir la dimisión de la entonces presidenta.

En marzo de 2017 el Constitucional depuso por el caso a Park, el primer jefe de Estado surcoreano destituido en democracia, y motivó un adelanto electoral que deparó en mayo de ese año la victoria del liberal Moon-Jae-in.

Tras el fallo de hoy del Supremo, es posible que Park se enfrente ahora a una pena de cárcel más severa tras un nuevo juicio.

La expolítica conservadora afronta también otras dos condenas que suman siete años de cárcel por violar la ley electoral y corrupción, aunque en este último caso, la sentencia está pendiente de un recurso presentado por la fiscalía.

Al mismo tiempo, el Supremo imputó hoy nuevos cargos a Lee Jae-yong al considerar que pagó más sobornos que los estimados inicialmente en el marco del caso.

El juez Kim Myeong-su, que leyó el fallo (retransmitido en directo por televisión), dijo que tres caballos valorados en 3.400 millones de wones (unos 2,5 millones de euros/2,8 millones de dólares) regalados por Samsung a Choi pueden ser considerados como un soborno, revocando así un fallo anterior que los descartaba como tal.

La corte suprema también ha estimado que una donación de 1.600 millones de wones (1,1 millones de euros/1,3 millones de dólares) a una fundación deportiva gestionada por Choi fue realizada para devolver un favor al Gobierno por su apoyo en el plan de Lee para suceder a su padre al frente de Samsung.

Lee había sido condenado a cinco años de cárcel en agosto de 2017 por sobornar a la expresidenta Park con objeto de obtener favores del Gobierno en su consolidación como máximo responsable del grupo, malversar fondos, ocultar activos en el extranjero y cometer perjurio.

Sin embargo, en febrero de 2018 un tribunal de apelación redujo su condena y le permitió abandonar la cárcel.

El fallo del Supremo puede suponer un duro golpe para Samsung, principal conglomerado empresarial del país, que ya atraviesa por algunas dificultades.

Samsung Electronics, líder mundial en la fabricación de chips de memoria y principal empresa del grupo, encara un momento complicado debido al boicot comercial impulsado contra Corea del Sur por Japón, que desde el verano ha optado por complicar el procedimiento para exportar al país materiales clave para la fabricación de semiconductores.

La defensa de Lee había apelado la sentencia de 2018 con la esperanza de que el magnate fuera exonerado de todos los cargos en relación con la trama.

Las acciones de Samsung Electronics cayeron tras conocerse la sentencia, y al cierre de las operaciones en la Bolsa de Seúl los títulos del gigante tecnológico surcoreano perdieron un 1,47 % con respecto a su valor de la sesión anterior.