La llegada de Cuba revoluciona la Cumbre de las Américas en Panamá

La presencia de Cuba por primera vez en una Cumbre de las Américas ha convertido a la isla socialista, un viejo enemigo ideológico de Estados Unidos, en la gran protagonista de la actual cita hemisférica en Panamá.

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El presidente cubano, Raúl Castro.

El gobierno de Raúl Castro llegará al encuentro del viernes y sábado (10 y 11 de abril) rodeado por las enormes expectativas que ha generado el acercamiento diplomático con Washington, y arrastrando las pasiones que suele despertar desde hace décadas el único país de régimen comunista en el continente.

Raúl Castro se citará en Panamá cara a cara con su homólogo estadounidense, Barack Obama, con el que ya tuvo un encuentro fugaz en diciembre de 2013 durante el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica.

El posible nuevo apretón de manos entre ambos mandatarios, sin embargo, simbolizará esta vez el histórico deshielo iniciado por ambos países el 17 de diciembre. El acercamiento tras más de medio siglo de hostilidad ha sido celebrado como un hito en toda la región.

"Raúl Castro llega a la Cumbre de Panamá como un vencedor", considera el analista cubano-estadounidense Arturo López-Levy, profesor Adjunto del Centro de Asuntos Globales de la Universidad de Nueva York.

"El cambio de la posición de la comunidad hemisférica respecto de Cuba ha sido un proceso de casi seis décadas en las que la política de aislamiento y acoso (de Washington hacia La Habana) ha hecho agua", dijo López-Levy a la agencia dpa.

La isla estuvo aislada durante años en el continente debido a su enfrentamiento con Washington después del triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959.

Se espera ahora que el encuentro entre Obama y Raúl Castro en una cita a la que asistirán esta vez los 35 países de la región contribuya a las negociaciones para la prevista reapertura de embajadas en Washington y La Habana.

"La cumbre le dará posiblemente un mayor impulso a esa iniciativa histórica", dijo a dpa el presidente del think tank de Washington Diálogo Interamericano, Michael Shifter.

Observadores estiman además que la mayor de las Antillas podría incluso asumir un papel de intermediario para las crecientes tensiones en la región entre Washington y Caracas, que amenazan con empañar la cita de Panamá.

"Cuba puede mostrar un enfoque mesurado que asuma las responsabilidades latinoamericanas, evitando la descalificación radical de Estados Unidos como instrumento de polarización, como están haciendo otros líderes de ALBA", señaló López-Levy.

Como respuesta al mayor acoso a opositores políticos venezolanos, Obama declaró recientemente la situación en el país sudamericano como una "amenaza para la seguridad nacional estadounidense", en una medida durantemente criticada en la región.

Sobre todos los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), cercanos a Venezuela, han secundado al gobierno de Nicolás Maduro en su enfrentamiento con Washington.

La Habana, sin embargo, podría adoptar pese a su tradicional apoyo a Venezuela un enfoque más pragmático durante la cumbre, considera también el analista y ex diplomático cubano Carlos Alzugaray. "Yo creo que Cuba no va en el plan de convertir eso (las críticas a Estados Unidos) en el gran tema de la cumbre".

"Una cosa es respaldar el interés venezolano en llevar a la agenda de la cumbre la decisión estadounidense de calificar a Caracas como 'amenaza' y otra es secundar a Maduro para descarrilar un cónclave que Cuba debe capitalizar para beneficio de su reforma y apertura", cree López-Levy.

Al margen del encuentro a alto nivel, también los habituales enfrentamientos entre el oficialismo y la proscrita oposición política cubana estarán presentes en Panamá.

Las disputas se centran de antemano en el previsto foro de representantes de la sociedad civil de los países del continente, al que tienen previsto asistir tanto simpatizantes como detractores del castrismo, estos últimos cercanos al exilio afincando en Miami.

El foro debe celebrarse entre los días 9 y 11 de abril al margen de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno.

Las autoridades de la isla han rechazado de antemano que los disidentes representen a la sociedad civil cubana, como sí suelen considerar organizaciones internacionales.

Más de 100 activistas cercanos al gobierno de La Habana han viajado a la capital panameña para participar en los foros de la cumbre, según confirmó el diario "Granma". En la llamada Cumbre de los Pueblos "estará presente la verdadera sociedad civil", comentó el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.

La disidencia cubana, por su parte, celebrará entre otras actividades una conferencia hoy en Panamá, para ofrecer un "testimonio urgente" de opositores al gobierno de Raúl Castro. (DPA)