"Es importante admitir que la mayoría de las personas están migrando dentro de África. El 80 % de la migración se produce en el continente", afirmó en una rueda de prensa en Nairobi Pope, quien asumió el cargo el pasado día 1 y es la primera mujer en ocupar la jefatura de esta agencia de la ONU.
"Pero en cuanto a la cantidad de personas que se embarcan, por ejemplo, a través del Atlántico o el Mediterráneo, debemos reconocer qué está impulsando ese movimiento", subrayó la directora general.
A su juicio, se trata de "identificar de dónde viene la gente, qué impulsa la migración, si es la falta de oportunidades laborales en el país de origen, es la seguridad, es la persecución...".
Por eso, Pope abogó por buscar "soluciones que se centren en los principales impulsores de su migración" en rutas como la atlántica, en la que las Islas Canarias (España) recibieron en los primeros nueve días de este octubre a 4,531 inmigrantes llegados en 53 embarcaciones, a un ritmo de 503 personas diarias.
Se trata de unos datos sin precedentes desde 2006, cuando la ruta canaria, hacia este archipiélago español, marcó su máximo histórico, según datos oficiales.
La jefa de la OIM destacó la importancia de constatar que "existen necesidades laborales legítimas en España, en Europa y en todo el mundo, y esas fuerzas están atrayendo a personas".
"Nuestro objetivo es asegurarnos de que las personas no tomen un canal irregular para acceder a esos empleos, sino trabajar con gobiernos como el español para proporcionar un acceso legal regular al mercado laboral para abordar la escasez de mano de obra que existe", subrayó.
También enfatizó la necesidad de garantizar que "los traficantes (de personas) no aprovechen esas oportunidades económicas", sino que sean beneficiosas para "los migrantes, las comunidades de donde vienen y las comunidades a las que se dirigen".
"La historia de la humanidad -indicó- está llena de migraciones. Este es el motor de la civilización. Sabemos que cuando la migración se gestiona bien, genera enormes beneficios para todos. Cuando no se gestiona bien, vemos muchas muertes, vemos explotación".
Sobre la expulsión de migrantes irregulares de países receptores, Pope reconoció que "cada país tiene derecho a gestionar sus propias fronteras", pero remarcó que deben "gestionar sus fronteras de acuerdo con los derechos humanos y la dignidad humana".
En su opinión, "la mayoría de la gente no quiere irse. No quiere irse en este tipo de circunstancias irregulares. Lo hacen por desesperación".
Amy Pope hizo esas declaraciones dentro de su primer viaje oficial desde que accedió al cargo, que ya le ha llevado a Etiopía, Somalia y Kenia y que acabará este fin de semana con su visita a Yibuti.