"Espero que en algunas semanas podamos decir 'qué despilfarro innecesario de tiempo que fue'", apuntó Lagarde al inicio de la reunión anual del FMI y el Banco Mundial en Washington.
De todas maneras, Lagarde se abstuvo marcadamente de efectuar recomendaciones a las partes. El FMI no da consejos sobre cómo se resuelven conflictos políticos, sino que se ocupa solamente de sus efectos económicos, añadió.
Pero en caso que la disputa por el presupuesto no se resuelva y no se eleve el techo de la deuda, esto podría tener consecuencias muy negativas para la economía y la coyuntura internacionales, sostuvo.
Lagarde también reclamó a la Reserva Federal que tenga precaución al salir de su política monetaria ultraflexible. La Fed comenzará en algún momento con el "tapering", o retirada de estímulos, pero la directora gerente del FMI se mostró segura de que esto se iniciará con gran cuidado.
La política monetaria estadounidense se cuenta entre los temas centrales de la reunión anual del FMI y del BM que abre oficialmente este viernes.
El tapering de la Fed debe ser "comunicado tan bien como sea posible" y realizarse en pasos tan pequeños de manera que se reduzca la posibilidad de turbulencias en los mercados, consideró.
La Fed debe tener en cuenta que sus medidas pueden repercutir en toda la economía mundial y no solamente en la coyuntura estadounidense, aseveró Lagarde.
