"Estamos todos de acuerdo en que es necesaria una distensión tan pronto como sea posible", aseguró la ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, en una rueda de prensa al término de una reunión informal con sus homólogos comunitarios en Berlín, aprovechando que Alemania preside este semestre el Consejo europeo.
El objetivo debe ser ahora rebajar las tensiones y crear el "espacio" necesario para poder iniciar unas negociaciones entre las partes que lleven hacia "una solución política" del "conflicto", dijo la ministra, quien reconoció que la situación -originada por las prospecciones de hidrocarburos turcas- es "muy compleja".
Kramp-Karrenbauer advirtió de que "muchos temen" que la "tensa situación" que se registra actualmente en el Mediterráneo oriental, con acusaciones políticas cruzadas y maniobras militares, "pueda derivar en una escalada" de la tensión.
La ministra señaló a este respecto que Berlín no considera provechosas las maniobras militares que se han llevado a cabo en la zona en los últimos días. El martes las llevó a cabo Turquía y este miércoles fueron unas operaciones conjuntas de Grecia, Chipre, Francia e Italia.
Alemania se ha involucrado a distintos niveles para mediar en esta situación y su ministro de Exteriores, que ha viajado a Atenas y Ankara en los últimos días y no ha logrado avances tangibles, ha advertido a ambas partes de que están jugando con fuego y que cualquier "chispa puede llevar a una catástrofe".
En la misma rueda de prensa, el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, que participó también en la reunión de Berlín, evitó decir si la UE está planteándose sanciones contra Turquía por este motivo.
Los países miembros, explicó, le encargaron presentar una serie de respuestas a Ankara y eso es lo que él tiene previsto hacer este jueves, en la reunión informal de ministros de Exteriores de la UE que se celebra también en Berlín.
LA OTAN Y BIELORRUSIA
Kramp-Karrenbauer tachó asimismo de "totalmente inventadas" las acusaciones del Gobierno bielorruso, que ha asegurado que la OTAN está acumulando tropas junto a sus fronteras. Horas antes, al llegar a esta cita en Berlín, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, ya había negado categóricamente ese extremo.
"Es totalmente falso", repitió en dos ocasiones Stoltenberg, quien alegó que Bielorrusia está usando a la OTAN como "excusa" y "pretexto" para reprimir de forma violenta las manifestaciones pacíficas, algo "inaceptable" e "injustificable".
Kramp-Karrenbauer, por su parte, mostró la simpatía de los 27 por los manifestantes "democráticos", pero dijo que el cambio del sistema político en el país es una lucha del pueblo bielorruso.
Borrell agregó a este respecto que tiene previsto dar mañana un paso más en la respuesta comunitaria a la situación en Bielorrusia. En la reunión informal de ministros de Exteriores de la UE que arranca mañana en Berlín presentará a los representantes de los 27 una lista de personas "específicas" con "niveles de responsabilidad" que pueden ser sancionadas.
LA BRÚJULA ESTRATÉGICA
Más allá de los problemas más candentes, los ministros también dedicaron parte de la reunión a abordar la iniciativa alemana para unificar criterios en política exterior para hablar en el escenario internacional con una sola voz, un mal recurrente para el bloque, elaborando la denominada "brújula estratégica".
Kramp-Karrenbauer explicó que los 27 quieren tener listo para noviembre un análisis común de amenazas de carácter comprensivo, que abarque desde lo geográfico hasta lo cibernético. Éste sería el primer paso hacia la unificación de posturas.
El objetivo final de esta apuesta de la presidencia alemana del Consejo europeo es lograr que la UE "tenga una mayor capacidad de actuación y una mayor resiliencia" en un contexto internacional cambiante.