Los socialistas albaneses piden al primer ministro Berisha que acepte su derrota

El líder del Partido Socialista y probable vencedor de las elecciones en Albania, Edi Rama, volvió hoy a solicitar al primer ministro conservador, Sali Berisha, que reconozca su derrota tras dos días de lento recuento.

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El líder del opositor Partido Socialista (PS) albano, Edi Rama, en una rueda de prensa ayer en su primera aparición pública tras las elecciones.

Tras el recuento del 85 por ciento de los votos, la coalición de izquierda -encabezada por el Partido Socialista (PS)- habría logrado el 57.8 por ciento de los votos, frente al 39.3 por ciento de la alianza conservadora, cuyo candidato es Berisha.

En cuanto a escaños dentro del Parlamento de 140 diputados, el PS obtendría 65, a los que se sumarían los 17 de sus aliados del Movimiento Socialista para la Integración (LSI), frente a los 48 que obtendría el Partido Democrático (PD) de Berisha.

El PD no ha ganado en ninguna de las 12 circunscripciones electorales, y ha perdido incluso en sus bastiones del norte, como Shkodra y Dibra, que por primera vez desde la caída del comunismo optaron por la oposición socialista.

"Seguimos esperando con calma a que el rival acepte la derrota y se una a la gran victoria de Albania", declaró Rama en una rueda de prensa conjunta con el secretario general de la Internacional Socialista, el chileno Luis Ayala, que acudió a Tirana para apoyar a sus asociados albaneses.

Ayala también invitó a "los que están en el poder" a "reconocer el resultado" electoral y "saborear" la victoria del pueblo albanés.

Por su parte, Paskal Milo, líder del Partido Socialdemócrata (PSD), aliado de los socialistas, solicitó a Berisha "que salga delante de los albaneses para efectuar el acto cívico de aceptar la derrota del PD y felicitar al nuevo primer ministro, Edi Rama".

El clima festivo que se nota hoy en las calles de Tirana, en las que circulan numerosos coches haciendo sonar el claxon y ondeando banderas de los socialistas, contrasta con el ambiente exterior de la sede del PD, donde predomina el silencio.

Berisha, que acudió hoy junto a su delfín y alcalde de Tirana, Lulzim Basha, a la oficina del presidente del país, Bujar Nishani, ha desaparecido de las pantallas televisivas desde el domingo, cuando declaró su victoria pocos instantes después del cierre de los colegios electorales basándose en encuestas a pie de urna que no se han materializado.

Los diarios pro-gubernamentales hacían hoy más hincapié en el cumplimiento de los estándares internacionales que en el resultado electoral.

La comunidad internacional presionó a Albania para celebrar elecciones libres y limpias para que el país pueda avanzar en sus aspiraciones de ingreso a la Unión Europea (UE).

"Las elecciones se desarrollaron de una manera generalmente ordenada", afirmaron hoy en un comunicado conjunto la responsable de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, y el Comisario de Ampliación, Stefan Füle, quienes también condenaron los actos de violencia que se produjeron durante la jornada electoral.

"Es importante que la restante fase del proceso electoral concluya en línea con los estándares internacionales y europeos. Pedimos a todos los partidos políticos que actúen de forma constructiva por el bien del pueblo albanés", añadieron.

Pese a que se ha superado el límite de tiempo legal para la proclamación del resultado preliminar, en algunos centros de recuento de votos, especialmente en Tirana, el proceso va lento y con algunos bloqueos.

La lentitud del recuento fue muy criticada por los observadores internacionales en su informe preliminar sobre las elecciones publicado ayer.

Rama se dirigió hoy a los partidos políticos, especialmente al PD, para pedirles que colaboren para que el recuento termine cuanto antes.

El líder socialista relacionó la holgada victoria -que ha superado las previsiones incluso de su propio partido- con la decisión del pueblo albanés de "cerrar una época y abrir otra nueva", como, según dijo, ocurrió en 1992, año en que por primera vez las fuerzas demócratas vencieron al partido comunista que dominó Albania durante casi medio siglo.

Albania, el país excomunista más aislado de Europa, ha pasado por una difícil transición democrática marcada por la violencia, el fraude electoral y el continuo rechazo de los resultados por los partidos perdedores. (EFE)