Las víctimas fueron dos adolescentes de 14 años y el piloto de la aeronave, mientras una joven de 17 años sobrevivió, pero fue reportada con heridas graves.
El accidente ocurrió en la región del macizo alpino de Diavolezza, durante un vuelo que constituía el cierre de un campamento de verano para jóvenes aviadores, el cual contaba con más de 35 años de experiencia sin lamentar ningún incidente de este tipo.
Según los reportes, el conductor del monoplano Piper PA 28, era un piloto experimentado que ya había realizado un vuelo el mismo día con varias personas.
En declaraciones a los medios de comunicación, el director del campamento Yves Burkhardt explicó que 'un total de 192 jóvenes pasaron una semana de campamentos formidable, y este vuelo representaba la culminación. Cuando me enteré de este terrible accidente mi mundo se ha desmoronado', agregó.