La explosión, que dejó 22 heridos, ocurrió cuando los fieles salían de los rezos especiales que marcan el festival musulmán del Eid al Adha o fiesta del sacrificio.
Los últimos ataques elevaron los temores de una reactivación de la violencia sectaria en el país que llevó a Irak al borde de una guerra civil entre 2006 y 2007.
Según datos de la ONU, 979 personas murieron en septiembre, uno de los meses con más muertos en los últimos cinco años.