Grande explicó que más del 80 por ciento de los programas de salud en general han debido cerrar, afectado a un millón de personas.
"Le estamos fallando a la gente de Iraq precisamente cuando más nos necesita", lamentó la coordinadora.
Indicó que la ONU y las agencias asociadas estiman que un millón de enfermos no recibirán ayuda y que más de medio millón de niños no serán vacunados, lo que aumentará el riesgo de un brote de sarampión o del regreso de la poliomielitis.
Grande explicó que esta medida se suma a una serie de recortes que incluyen la reducción de las raciones alimentarias y cerca de 30 por ciento de la distribución de agua, así como el cierre de gran parte de los programas de saneamiento.
Hasta el momento, los donantes internacionales han aportado sólo el 15 por ciento de los 498 millones de dólares requeridos para las tareas humanitarias de este año en Iraq.