En el primer semestre de 2014 ya fueron ejecutadas 60 personas, mientras 1.724 se encuentran en prisión esperando la muerte.
La UNAMI y la OACDH señalaron en su informe "puntos débiles del sistema judicial iraquí", como la falta de cumplimiento de los estándares internacionales en investigaciones policiales y procesos de crímenes capitales.
En más de la mitad de los procesos judiciales monitoreados por la UNAMI, los jueces ignoraron el hecho de que las confesiones se produjeron bajo tortura. Además, la mayoría de acusados no tuvieron defensa ante los tribunales.
Irak se encuentra inmerso en una grave crisis política. Los chiitas dominan el gobierno en Bagdad, mientras extremistas sunitas del Estado Islámico (EI) han tomado bajo su control en torno a un tercio del territorio nacional. (DPA)