Adoptada en 1989 la Convención ha sido ratificada por casi todos los países, con la excepción de Somalia (que se encuentra en el proceso de hacerlo) y de Estados Unidos.
En una declaración dándole la bienvenida a la decisión de Sudán del Sur, el Comité de Naciones Unidas destacó la relevancia de esas garantías que incluyen el derecho a la vida, la salud, la educación, el juego, la vida en familia, la protección de la violencia y a la no discriminación, entre otros.
"Urgimos a los Estados que han ratificado la Convención a cumplir sus obligaciones con respecto a los derechos humanos de los niños. También repetimos nuestro llamado a que Somalia y Estados Unidos ratifiquen la Convención", sostuvo el comité.
También pidió a todos los países que apoyen los instrumentos legales sobre áreas específicas en que los derechos de los menores son vulnerados, como la venta de niños, la prostitución y pornografía infantil y el uso de niños en conflictos armados.