En su vigésima ronda de discusiones celebrada en Marrakech, el comité informó, con el trasfondo del conflicto en Cercano Oriente, que "cada Estado, cada institución, cada organización y cada comunidad, cada individuo, que se esfuerce por el mantenimiento de la identidad y del carácter simbólico de la Ciudad Santa, contribuirá así efectivamente a la creación de una paz verdadera".
Durante la inauguración de la conferencia sobre Jerusalén, su presidente, el rey de Marruecos Mohammed VI, acusó al gobierno israelí de hacer fracasar todas los esfuerzos de paz con su política de asentamientos.
Se trató de la primera reunión del comité a nivel de ministros de Relaciones Exteriores en 12 años.
El presidente palestino Mahmud Abbas declaró que no aceptará que Israel continúe con la construcción de asentamientos en territorios palestinos ocupados bajo el pretexto de las conversaciones de paz.
Los palestinos exigen que Jerusalén Oriental, anexada por Israel, sea reconocida como la capital de su futuro estado.
En la reunión de dos días celebrada en Marruecos participaron delegados del gobierno de los 16 países miembro de la OCI. También asistieron representantes del Vaticano así como de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.