Revelan que Gadafi abusaba de sus “amazonas”

El líder libio Muamar Gadafi, quien gustaba de estar rodeado por una guardia de seguridad 100 por ciento femenina, abusó sexualmente de sus “amazonas”, a quienes además “compartía” con sus hijos y oficiales, según numerosos testimonios de ellas mismas.

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Muamar Gadafi.

Las llamadas “amazonas” acompañaban al coronel en todos sus viajes dentro y fuera del país suscitando dudas sobre si “era un artilugio decorativo, una muestra de su pronunciado gusto por la provocación, o su harem”, reportó este martes el diario francés Le Figaro.

Sin embargo, desde que Gadafi perdió el control de Libia, ante la rebelión iniciada en marzo pasado, muchas de sus guardias han revelado “el lado oscuro terrible” de su adhesión al cuerpo de seguridad del extravagante dirigente.

A favor de la caída de Gadafi, muchas de las 400 mujeres jóvenes que componían su guardia personal rompieron el silencio y aseguran haber sido forzadas -bajo amenazas- a enrolarse en la Academia militar para mujeres que el coronel fundó en 1983 en Trípoli.

En la ciudad libia de Bengazi, una psicóloga habló -a nombre propio y de otras cinco “colegas” del cuerpo de seguridad femenino- de las atrocidades sufridas y relató que la amenazaron con meter a su hermano a prisión si se negaba a enrolarse.

Ella, al igual que las otras cinco guardias, fue llevada a Bab al-Aziziya, el complejo residencial del dictador en la capital libia, e introducida en sus cuartos privados donde asegura fue víctima de abuso sexual por parte del coronel mismo.

Estas mujeres afirman que Gadafi, no contento con abusar de ellas, las “compartía” después con sus hijos o sus oficiales de alto rango de su entorno, quienes -a su vez- también lo hacían.

Estos testimonios podrían enriquecer un eventual proceso contra Gadafi, si él es arrestado, ante la Corte Penal Internacional, confía la psicóloga.

Estos testimonios revelan sólo una más de las atrocidades atribuidas al régimen de Gadafi, luego de que esta semana la prensa internacional halló a la institutriz de los nietos del dirigente escondida en una de las casas de la familia en Trípoli, con quemaduras en todo su cuerpo.

La nana narró haber sufrido las quemaduras cuando la esposa de Hannibal Gadafi enojada le arrojó agua hirviendo sobre su cabeza y dijo que a pesar de las heridas le prohibieron salir de la casa para buscar ayuda médica e incluso fue amenazada si relataba lo sucedido.

A más grande escala, el régimen libio está acusado de utilizar la violación como una arma durante el actual conflicto, que ya cumplió seis meses.

El caso de Iman al-Obeidi, una civil que denuncia haber sido víctima de abuso sexual por parte de los milicianos leales a Gadafi, sacó a la luz pública estas prácticas, las cuales fueron confirmadas por la Corte Penal Internacional, que afirma tener pruebas de ello.