Rey Momo recibe llaves de Río y el bacanal se hace oficial en Brasil

El "Rey Momo" recibió hoy las llaves de Río de Janeiro de las manos del alcalde, Eduardo Paes, en un acto simbólico que determina el inicio oficial del Carnaval.

El Rey Momo de 2015, Wilson Dias da Costa Neto, recibió "el mando" de la ciudad junto a la Reina del Carnaval, Clara Paixão, la primera Princesa, Bianca Monteiro, y la segunda Princesa, Uillana Adaes.

Tal como dicta la tradición, a partir de ahora, el desenfreno, la diversión y los excesos tienen la venia oficial y serán los que darán la tónica no solo en la capital fluminense, sino a lo largo y ancho del país.

Si bien formalmente la fiesta de Momo comienza hoy y termina el próximo martes, víspera del miércoles de cenizas, en la realidad los bacanales público y privados comenzaron hace un par de semanas, y en algunos lugares, como la ciudad de Salvador de Bahía, se prolongarán hasta fines de febrero.

En Río de Janeiro, donde se vivirá uno de los carnavales más calurosos, con temperaturas rozando los 50 grados, el carnaval se vive de dos maneras: presenciando los fastuosos desfiles de las "escolas do samba", que se realizan en la avenida Marqués de Sapucaí, o participando en los festejos callejeros, que inundan las calles con antojadizas coreografías, algunas ensayadas, otras expontáneas, pero todas regadas con verdaderas cataratas de cerveza.

Los desfiles del Grupo Especial de "escolas de samba" se realizan los días domingo y lunes próximos, cuando el "sambódromo" se convierte en escenario de puestas escénicas de ensueño, con millares de participantes, suntuosos carros alegóricos, cuerpos esculturales y trajes deslumbrantes.

Para aclimatar las majestuosas presentaciones de las escuelas que integran la "primera división" del carnaval carioca, hoy y mañana desfilarán los grupos de la serie B, que lo harán con la ilusión de ingresar a la "élite" del carnaval.

Paralelamente, 374 comparsas saldrán estos cuatro días a las calles para llevar el espíritu de la fiesta más popular de Brasil a cada rincón de la ciudad, que por estos días destila sensualidad, ritmo y color. ​

Mientras los lujosos desfiles de agremiaciones profesionales solo se desarrollan en Río de Janeiro y en Sao Paulo -en este caso con menor magnitud-, los frenéticos y multitudinarios festejos callejeros se replican, con variaciones típicas de cada región, en cada una de las más de 5.500 ciudades de todo Brasil. (DPA)