La decisión se tomó tras tensos debates que comenzaron el martes y supone un traspié para Berlusconi, pues había especulaciones de que de haber un voto secreto, algunos de los senadores de partidos rivales podrían votar a su favor.
Berlusconi, líder del principal partido conservador de Italia, podría perder su escaño debido a que una ley prohíbe que condenados por una sentencia en firme ocupen un escaño en el parlamento. Berlusconi fue condenado por una caso de evasión fiscal en agosto y tendrá que realizar un año de servicios a la comunidad.
El proceso para expulsarlo del Senado se ha retrasado mucho debido a la burocracia parlamentaria y a una fuerte resistencia por parte de sus seguidores, que alegan que la aplicación de esa ley es inconstitucional porque penaliza a la gente por delitos cometidos antes de su entrada en vigor.
Los defensores de la ley, entre ellos el Partido Democrático del primer ministro Enrico Letta, alegan que el principio de no retroactividad vigente para temas penales no debería aplicarse en cuestiones que regulan las condiciones para ocupar cargos públicos.
Aún no se sabe cuándo tendrá lugar el voto definitivo en el Senado. El diario "Corriere della Sera" habla de mediados de noviembre y pronostica que supondrá la "inevitable" expulsión de Berlusconi de la Cámara.