En el ataque con granadas, ocurrido en la ciudad de Taji, al norte de Bagdad, murieron 51 presos y nueve policías.
Por el momento no está claro el transforndo del ataque, que se produjo poco antes de que el Parlamento escogiese como nuevo presidente del país al veterano político kurdo Fuad Massum.
Irak vive desde las elecciones de abril en medio de un vacío de poder que han aprovechado los terroristas de Estado Islámico para hacerse con el control de parte del país.
Todavía debe escogerse a un primer ministro y esa elección podría alargarse en el tiempo, ya que el actual jefe de gobierno, Nuri al Maliki, quiere seguir en el puesto otra legislatura. Su formación fue la más votada en los comicios pero no cuenta con mayoría sufiente para elegirlo en solitario y hace tiempo que casi todos los grupos se oponen a su reelección.
Según la legislación iraquí, el presidente del Parlamento debe ser sunita, el presidente del país ha de ser kurdo y el primer ministro chiita.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llegó hoy a Bagdad, donde se reunirá con Al Maliki y con el nuevo presidente del Parlamento, Salim Al Yaburi, así como con otros políticos, para dialogar sobre la formación del nuevo gobierno.
También abordarán la situación del país ante el avance de Estado Islámico y la expulsión de la población cristiana de la ciudad de Mosul por parte de esta milicia sunita. (DPA)