La diplomática hizo esta afirmación durante el anuncio de la celebración de los 20 años del Plan Mundial de Acción por la Juventud y de las tres décadas del Año Internacional de la Juventud, que incluirá un componente académico, uno cultural y otro de políticas públicas.
La conmemoración iniciará el miércoles 12 de agosto en el Palacio de Minería, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de México, y representará más de 300 actividades de todo tipo para este sector en todo el país, información que se puede consultar en www.cinu.mx
En la Oficina de las Naciones Unidas en México, Calderón Artieda indicó que el Día Internacional de la Juventud sirve para visibilizar la importancia que tienen adolescentes y jóvenes en la vida de sus familias, ciudades y países.
“Este es un tema en el que nadie puede solo, tiene que ser un compromiso de todas las instituciones y de toda la sociedad”, subrayó ante el director general del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), José Manuel Romero Coello.
En un mundo donde existen mil 800 millones de muchachos, dijo, garantizar sus derechos como al de la participación debe ser una prioridad para los Estados y las instituciones.
En México hay 38 millones de jóvenes, una cifra que nunca antes se había tenido y nunca jamás se volverá a tener, porque la transición demográfica va en un solo sentido; el país tiene 40 años consecutivos en los que disminuye su tasa de fecundidad.
Con ello, la población no está creciendo al mismo ritmo y tampoco disminuye, porque la esperanza de vida se ha incrementado mucho. “Esta es una buena noticia, pero nos lleva a otra preocupación: en este momento el grupo poblacional de mayor crecimiento en la nación es de personas de 60 años o más”, alertó.
“Preocuparnos por los jóvenes hoy es hacerlo por los que ya somos adultos; necesitamos que los que van a iniciar su vida laboral puedan tener empleos de calidad, porque de ello depende que puedan ser cotizantes de los recursos del Estado y pueda sufragar de manera razonable”, externó.
Así, todos nos debemos interesar en que tengan las herramientas para insertarse en empleos de calidad, pues en ello va su futuro y el de todo el país, añadió Leonor Calderón.
Al respecto se refirió a los rezagos que padecen los muchachos, por ejemplo en 2012 se calculó que el porcentaje de personas de entre 12 y 29 años que viven en pobreza es de 43 por ciento para hombres y 47 por ciento para mujeres.
Además las brechas que existen entre entidades federativas en materia de pobreza muestran que los jóvenes no tienen igualdad de oportunidades en función de dónde nacieron, al tiempo que subsisten importantes retos en el sistema educativo mexicano, como la deserción escolar y la calidad de la educación.
La atención de las problemáticas no es sencilla, se requiere fundamentalmente una acción concertada de aquellos que fungen como garantes de derechos para promover el desarrollo integral.
“Es fundamental que todo proceso o iniciativa normativa que atiende los retos de los jóvenes los incluya”, agregó la representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en México.
A su vez Romero Coello destacó que lo mejor que se puede hacer por los jóvenes es trabajar de manera interinstitucional por ellos. En un país que tiene el segundo mayor número de muchachos, sólo después de Brasil que tiene 50 millones, el gran reto es aprovechar su potencial.
Al respecto el director del Instituto Mexicano de la Juventud sostuvo que el gobierno federal los mira no como un grupo vulnerable, sino como uno sujeto de derechos; “la sociedad tiene que trabajar en lo mejor que tenemos: nuestra juventud”.