Sorpresa en Vaticano por cambio de actitud en Argentina

El Vaticano está sorprendido por el cambio de actitud del kirchnerismo respecto del papa Francisco y el hecho de que "en el gobierno (argentino) ahora son todos amigos de él", según reveló el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo.

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Papa Francisco.

El prelado aclaró que "Francisco no quiere interferir en el país sabiendo especialmente que hay un proceso electoral, a él lo tironearon (se lo disputaron) bastante".

"Lo más curioso es que en el gobierno ahora son todos amigos de él. Tiene que preservarse, aunque es imposible que no tenga influencia", señaló Sánchez Sorondo en una entrevista que publicó hoy el diario "La Nación".

El arzobispo hizo estas declaraciones pocos días después de que el papa Francisco afirmó que en ocasiones se ha sentido "usado" por los políticos argentinos que acuden a Roma a sus audiencias.

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner, mantuvieron una tensa relación con el entonces arzobispo de Buenos Aires y cardenal argentino Jorge Bergoglio.

Pero tras una primera reacción fría y distante cuando hace dos años se anunció la elección de Bergoglio como nuevo jefe de la Iglesia católica, Fernández de Kirchner cambió de posición y fomentó un acercamiento con Francisco.

Ambos mantuvieron varias reuniones en el Vaticano en estos últimos dos años. En la última visita, la presidenta viajó acompañada por una nutrida delegación de la agrupación kirchnerista juvenil de La Cámpora, fundada por su hijo Máximo, que según Sánchez Sorondo tuvo un comportamiento bullicioso que sorprendió al papa.

"Tanto lo sorprendió que después le confió a uno de sus colaboradores: 'En la Curia romana dicen que soy un poco desordenado; pero fíjense cómo es mi pueblo'", reveló el arzobispo.

"La relación con los gobiernos siempre es muy complicada. El pueblo polaco fue muy solidario con Juan Pablo II, incluso el gobierno comunista de entonces. Los alemanes fueron muy fríos con Benedicto XVI. Los argentinos, con Francisco, somos muy desordenados e individualistas y hasta un poco aprovechadores", señaló Sánchez Sorondo. (DPA)