Teólogo alemán incita rebelión contra el Papa

El teólogo alemán Hans Kueng hizo un llamado a los obispos para que desobedezcan al Papa y pugnen por reformas en la Iglesia Católica.

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Papa Benedicto XVI.

Kueng, ex colega y amigo del pontífice Benedicto XVI, afirmó que la iglesia está sumida en su peor crisis desde la reforma protestante debido a las revelaciones recientes de abusos sexuales de sacerdotes y a la consecuente pérdida de confianza.

De 82 años y veterano del Segundo Concilio Vaticano, Kueng expresó en un editorial en el periódico Sueddeutsche Zeitung que los obispos deben promover la realización de un nuevo sínodo para reformar a la institución religiosa.

Los obispos, consideró, pueden en forma legítima presionar a las autoridades católicas si el Papa bloquea sus acciones. Los obispos no deben ser “actores sin voz ni derechos”.

Hans Kueng emitió una carta que fue publicada por el diario El País en la que culpa al papa Benedicto XVI de haber fracasado ante los grandes retos del presente como la aproximación a los judíos y a los protestantes o la reconciliación de la Iglesia católica con la ciencia moderna.

Benedicto XVI, según dice Küng en el texto reproducido en varios medios europeos, relativiza permanentemente los textos del Concilio Vaticano II y cierra sistemáticamente los esfuerzos de renovación del catolicismo.

A todo ello, agrega el teólogo, se han agregado los recientes escándalos de pederastia dentro de la Iglesia católica que han llevado a una “crisis de confianza y de liderazgo sin precedentes”.

Küng dice que es innegable que la práctica de ocultar los casos de pederastia que se practicó durante mucho tiempo fue dictada por la Congregación para la Defensa de la Doctrina de la Fe cuando el cardenal Joseph Ratzinger, el actual Benedicto XVI, era el prefecto de la misma.

“Con razón muchos piden un mea culpa personal del prefecto de entonces y actual Papa. Pero lamentablemente él dejó pasar la oportunidad el Viernes Santo y, en cambio, se hizo testificar su inocencia el Domingo de Pascua”, escribe Küng en su carta.

Küng pide a los obispos que no guarden silencio ante directivas del Vaticano que consideren erróneas y que no envíen a Roma declaraciones de obediencia sin exigencias de reformas.

Además, exige recuperar un principio fundamental del Concilio Vaticano II que quiso poner fin a la autarquía del Papa y hacer que su autoridad dependiese del consenso permanente de los obispos.

“La obediencia incondicional sólo se debe a Dios. Todos ustedes, al ser consagrados como obispos, juraron obedecer incondicionalmente al Papa pero saben que esa obediencia incondicional no la merece ninguna autoridad humana sino sólo Dios. Por eso no deben sentirse limitados por su juramento para decir la verdad sobre la crisis actual de la Iglesia”, dice Küng en la misiva.

En ese punto, Küng recuerda cómo el apóstol San Pablo en los comienzos del cristianismo, como cuenta en la Carta a los Galatas, “contradijo a San Pedro (considerado como el primer Papa) en su cara porque se había perdido en el error”.

Küng propone además soluciones regionales a algunos problemas, aunque estas estén en contra de la doctrina de Roma.