Un mensaje del papa Francisco para siempre en un búnker del polo norte

Una pequeña edición de un libro con los discursos y fotos del papa Francisco durante la pandemia y bendecido por él, será depositado en el búnker de semillas de Svalbard, en el Círculo Polar Ártico para que quede preservado para siempre.

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El papa Francisco, en una imagen de archivo. EFE/EPA/FABIO FRUSTACI

El encargado de llevarlo hasta este inhóspito lugar será Michael Haddad, un joven libanés que se mueve con un exoesqueleto debido a un accidente y que realizará una inédito recorrido por el Ártico a principios del próximo año.

El volumen "¿Por qué tienes miedo, no tienes fe?", que recoge los discursos y fotos de los actos del pontífice durante la pandemia, ha sido producido en una edición especial de seis por ocho centímetros para que no ocupe demasiado lugar bún en el bunker de semillas de Svalbard, el más grande y seguro del mundo, situado en Noruega.

Haddad es un activista del cambio climático y con este gesto quiere además llamar la atención "sobre la necesidad de una acción urgente contra el cambio climático, el cuidado de nuestra casa común y la inclusión frente a las desigualdades", explicaron fuentes del Vaticano.

"De este modo, por primera vez, un mensaje del Papa Francisco llegará al Polo Norte de la mano de un embajador de buena voluntad y sera como una semilla de esperanza, que quedará para la posteridad en el mayor y más seguro refugio del mundo dedicado a salvaguardar la biodiversidad del planeta", añadieron.

Michael Haddad es deportista profesional y embajador de buena voluntad de la ONU para cuestiones medioambientales. Era solo un niño cuando un accidente de moto de agua le provocó una lesión en la médula espinal que lo inmovilizó del pecho para abajo y desde entonces ha perdido las tres cuartas partes de sus funciones motoras.

Haddad se mueve gracias a un exoesqueleto, especialmente desarrollado por un equipo de ingenieros, médicos e investigadores, que estabiliza su tronco, hombros y brazos.

Este libanés caminará 100 kilómetros en el Polo Norte. Una aventura que iba a hacer en 2020 pero que pospuso debido a la pandemia. “Viajar 100 kilómetros por el Polo Norte no es solo un mensaje, sino una contribución a la ciencia. Trabajo con un gran equipo científico y se me ha considerado una de las pocas personas en el mundo capaces de hacer algo así en mi condición. Así que todo lo que estamos planeando antes, durante y después de esta caminata contribuirá a la investigación científica para ayudar a otras personas a atravesar nuevos sistemas", explicó a los medios vaticanos. .

“Cuando le conté mi historia al Santo Padre, me puso la mano en la cabeza. Le dije que intentamos llevar un mensaje de humanidad, a favor de la tierra y el medio ambiente", explicó.