En un comunicado oficial, la Unasur considera que "la condición de los migrantes rohingyas provenientes de Birmania y Bangladesh, abandonados a su suerte en medio del mar sin poder desembarcar en un puerto de algún país que los reciba, sumada a los refugiados de Siria y Somalia, constituye un auténtico genocidio pasivo".
Comenta en el documento que por este motivo hay "un mundo cada día más insensible al sufrimiento del género humano".
Frente a ello, la Unión plantea la cooperación internacional que deberá "ser agenciada" por la Cruz Roja Internacional a fin de abrir espacios económicos y sociales "para que estos millones de ciudadanos a la deriva puedan encontrar un sitio seguro en el cual establecerse o al cual desplazarse con sus familias".
De igual forma, el gobierno ecuatoriano, que ostenta la Presidencia pro Tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ofreció todo su apoyo a los migrantes que permanecen a la deriva.
La semana anterior más de 700 oriundos de Bangladesh y Birmania fueron rescatados tras naufragar su barco en las costas de Indonesia, luego de dos meses de estar a la deriva, rechazados por Somalia, destino habitual de estos migrantes forzados. (DPA)