Bao Li y Qing Bao, ambos de tres años, partieron la noche del lunes hora local de la base de investigación de pandas gigantes en Dujiangyan, una ciudad cercana al hábitat natural de estos osos en las montañas del suroeste de China.
Los pandas abordaron un avión de carga Boeing 777 de FedEx, apodado 'Panda Express', en la madrugada del martes hora local, despegando rumbo a Washington.
El zoológico de Washington ha mantenido en secreto los planes de viaje de los pandas por razones de seguridad y la Asociación para la Conservación de la Vida Silvestre no ofreció detalles sobre el itinerario del vuelo.
Sin embargo, según FlightAware, un sitio web que rastrea el tráfico aéreo, está previsto que un avión de carga de FedEx procedente de Chengdu, vía Anchorage, llegue a las 09.55 (13.55 GMT) del martes al aeropuerto internacional de Dulles, cerca de Washington DC.
La Asociación para la Conservación de la Vida Silvestre informó que los pandas estarán acompañados de veterinarios durante el vuelo y dispondrán durante de pan de maíz, bambú y zanahorias, así como agua y medicamentos.
Aún no está claro cuándo podrán mostrarse al público en el zoológico de Washington, pero es probable que haya un periodo prolongado de cuarentena y aclimatación antes de su presentación oficial.
Bao Li y Qing Bao, cuyos nombres significan "vigor precioso" y "tesoro verde" respectivamente, llegan a Washington como parte de un nuevo acuerdo de 10 años con las autoridades chinas y son los primeros osos pandas que Pekín envía a la capital estadounidense en 24 años.
La partida de la anterior familia de pandas del Zoológico Nacional de Washington el pasado 10 de noviembre suscitó inquietud entre los aficionados estadounidenses, ya que algunos temían que esta retirada fuese parte de una estrategia de Pekín para llevarse a los osos en un contexto de crecientes tensiones entre ambas naciones
Los préstamos de pandas que China hace a otros países estipulan que las crías deben regresar a China cuando cumplen entre dos y cuatro años, y los adultos una vez que alcanzan la vejez.
Los osos panda se consideran en China "tesoro nacional" y despiertan pasiones entre la población.
China inició la llamada "diplomacia de los pandas" a finales de los años 50, aunque no fue hasta 1972 cuando los primeros ejemplares fueron regalados a Estados Unidos tras una visita a Pekín del entonces presidente Richard Nixon.