Las temperaturas medias en la primavera, el verano y el otoño alcanzaron máximos desde 1951, mientras que la temperatura anual promedio fue 0.62 grados centígrados superior a la habitual, señaló Jia Xiaolong, subdirector de la institución.
Por su parte, el informe del Centro indica que el nivel de precipitación medio en 2022 fue de 606,1 milímetros, dato que marca un mínimo desde 2012.
Las localidades chinas registraron de media 94.3 días de lluvia o nieve el año pasado, cifra inferior en 7.4 jornadas a la habitual y que es la más baja desde 1961.
"Las sequías afectaron al este y el centro de China en la primavera y el verano y otras graves azotaron el sur en verano y otoño", informó el Centro, que añadió que las sequías fueron "más largas".
En 2022, China experimentó 16,4 días con una temperatura media superior a los 35 grados, cifra que supone un máximo desde 1961, declaró el pasado mes la Administración Nacional de Meteorología del país.
El pasado verano, la sequía dejó estampas como gente en Chongqing (centro) cruzando en moto el normalmente caudaloso río Jialing, cuyo lecho quedó expuesto ante el descenso del nivel del agua, o el descubrimiento de esculturas budistas de 600 años de antigüedad hasta entonces cubiertas por el agua en esa misma ciudad.
Las altas temperaturas registradas también ocasionaron que provincias dependientes de la energía hidroeléctrica como Sichuan (centro) restringiesen el uso de energía a algunas industrias.
El meteorólogo local Chen Lijuan explicó entonces que los períodos de intenso calor, que empiezan "cada vez más pronto y acaban más tarde", podrían convertirse en la "nueva normalidad" en el país asiático bajo "el efecto del cambio climático".