En la última jornada de la conferencia, que empezó este lunes en Nairobi, el plenario de clausura de UNEA-5 adoptó un texto para la creación de un comité intergubernamental con el mandato de negociar un pacto internacional legalmente vinculante.
"No veo ninguna objeción. Por tanto, (la resolución) queda adoptada", afirmó el ministro noruego de Medioambiente, Espen Barth Eide, cuyo país ejerce la presidencia de la Asamblea, al aprobar la adopción del texto con un golpe de un simbólico un martillo hecho con plástico reciclado.
"Gracias. Estamos haciendo historia hoy", subrayó Eide ante un plenario puesto en pie que celebró con una ovación cerrada de un alrededor de minuto la aprobación de ese texto.
La resolución, aprobada por las delegaciones de los gobiernos de los Estados miembros de la ONU, se basa en tres propuestas presentadas por Perú y Ruanda (la que más apoyo recabó, al recibir el respaldo de unos sesenta países), Japón e India, respectivamente.
La directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, con sede en Nairobi y auspiciador de UNEA-5), Inger Andersen, ya anticipaba esta mañana en una reunión de alto nivel, cuando todo apuntaba a la inminente aprobación de la resolución, que "es un momento histórico".
"Como les dije a los negociadores hace unos días, el mundo está exigiendo que actuemos sobre la contaminación plástica. Ellos, los negociadores, han dado el primer paso en este proceso al acordar establecer un comité de negociación intergubernamental que forjará un acuerdo global sobre la contaminación plástica", afirmó Andersen.
La envergadura del problema se plasma en estudios como el que publicó la semana pasada la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que advierte de que la producción de plásticos en el mundo se cuadruplicó en los últimos treinta años y los residuos que generan se duplicaron entre 2000 y 2019.
La OCDE calcula que existen 30 millones de toneladas de plástico en los mares y otros 109 millones de toneladas en los ríos, lo que significa que durante décadas seguirán vertiéndose a los océanos.
La segunda parte de UNEA-5, que ya celebró su primera sesión en 2021 de forma virtual por la pandemia de covid-19, ha adoptado en la capital keniana una fórmula de participación híbrida (presencial y virtual).
Según los datos del PNUMA, más de 3,400 delegados en persona y 1,500 por vía telemática de 175 Estados miembros de la ONU han participado en UNEA-5 en Nairobi, entre ellos 79 ministros y 17 funcionarios de alto nivel.