En un comunicado conjunto, los líderes comunitarios recordaron hoy que la protección de los océanos es una "responsabilidad compartida" y abogaron por los principios de "diálogo, asociación y solidaridad" con sus socios en todo el mundo.
"Las temperaturas del océano nunca han sido tan altas y la vida marina está desapareciendo a un ritmo sin precedentes, poniendo al mundo en riesgo", destacaron.
En este sentido, el jefe de la diplomacia europea y Sinkevicius señalaron el Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales (BBNJ, por sus siglas en inglés), firmado el 19 de junio de 2023.
Los mandatarios remarcaron que, con la votación del Parlamento Europeo del 24 de abril, la Unión Europea "está un paso más cerca de la ratificación del Acuerdo".
"La tarea que tenemos ahora es alcanzar el número de sesenta ratificaciones del Acuerdo para que entre en vigor y podamos proceder a su implementación efectiva", detallaron.
El objetivo de la Unión Europea es lograr que esta ratificación tenga lugar antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos del 9 al 13 de junio de 2025 en Niza, Francia.
El Acuerdo BBNJ, también conocido como Tratado de Alta Mar, es un acuerdo internacional sobre la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina en áreas fuera de la jurisdicción nacional.
"La UE está tomando medidas. La sostenibilidad de los océanos es una prioridad de la diplomacia verde de la UE", afirmaron.
Así, resaltaron la novena conferencia "Nuestro Océano", celebrada en Grecia en abril de este año, en la que la UE asumió "40 nuevos compromisos" para un océano sostenible, que suman cerca de 3.500 millones de euros procedentes de diversos fondos comunitarios, la mayor contribución de la UE desde el inicio de estas conferencias hace una década.
"De cara al futuro, fortalecer el vínculo entre los océanos y el cambio climático sigue siendo una prioridad para la UE", subrayaron.
Los líderes aseguraron que la UE busca ampliar el alcance de las áreas marinas protegidas en el Océano Antártico y aboga por un "resultado ambicioso" de las negociaciones sobre un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, incluido en el medio marino.