La movilización social fue convocada por organizaciones ecologistas contra la contaminación, originada por el buque mercante Toconao, que el 8 de noviembre pasado perdió varios contenedores con este material en aguas de Portugal, mientras que miles de miocroesferas de plástico siguen llegando a la costa de Galicia y a otras regiones del norte España.
Los ecologistas también se movilizaron masivamente hace más de veinte años, cuando el petrolero Prestige se hundió, en noviembre de 2002, e inundó las costas gallegas de residuos conocidos como 'chapapote'; esta marea negra arruinó playas y explotaciones marisqueras de la región, una catástrofe muy presente en la memoria de todos los gallegos y del resto de españoles.
La manifestación de hoy, a la que asistieron numerosos cargos políticos de fuerzas progresistas, fue además un clamor contra la gestión de la administración pública regional, a menos de un mes de las elecciones gallegas, en las que el conservador Partido Popular (PP) se juega revalidar la mayoría absoluta.
'Acuérdate del mar cuando vayas a votar'; 'No somos furtivos, somos marineros'; o 'La gente limpiando, la Xunta(Gobierno gallego) manipulando', fueron algunas de las consignas que se escucharon durante la manifestación.
Los representantes de las plataformas en defensa de las rías de Arousa y de Muros-Noia recordaron que son sus asociaciones las que convocaron la 'marea de indignación' que hoy recorrió las calles de Santiago de Compostela.
Muchos grupos hicieron alusión a la marea negra de 2002 con el lema 'Nunca Máis' ('Nunca Más'), que surgió para reclamar responsabilidades medioambientales, judiciales y políticas por aquel desastre.
Criticaron la dejación que, a su entender, hizo el Gobierno regional de Galicia de sus competencias, "abandonando" el mar "y con el marisqueo en serio riesgo de desaparición", afirmó Xaquín Rubido, biólogo e investigador y con una larga trayectoria de activismo en medioambiente.
En cuanto a la crisis de los pélets, el dispositivo desplegado por el Gobierno gallego en las playas y en el mar permitió recuperar hasta el momento 3,500 kilos de este material, lo equivalente 140 sacos, informó el Ejecutivo gallego. Además, desde el 10 de enero también se retiraron de los arenales más de 10,200 kilos de otros plásticos asimilables a residuos urbanos.
El operativo por tierra y mar está integrado hoy por unos 350 efectivos repartidos por 44 playas pertenecientes a 23 ayuntamientos.