Redecoración: es muy probable que más de un mueble en tu casa tenga un toque nuevo con algún rasguño. Después de ese momento, es muy probable que los rascadores ya formen parte del mobiliario básico de tu hogar.
Interpretación: te has vuelto experto en descifrar lo que las diferentes posiciones de su cola quieren decir, en entender sus ronroneos, identificar cuando tiene miedo, si está tranquilo, o si tiene hambre.
Mimos y apapachos: sabes mejor que nadie cómo deleitar su exigente paladar, has aprendido a consentirlo con diferentes sabores y texturas, como los filetes selectos de Sheba® y sus distintas recetas gourmet: Atún o Salmón Marinado, Pollo y Pavo al Horno.
Diversión: tienes rascadores y juguetes distribuidos a lo largo de toda tu casa solo para hacerlo feliz, además en cada oportunidad le compras uno nuevo.
Recuerdos: tienes algunos rasguños en tus brazos o un par de mordisquitos ya que es su forma de jugar, pero ya aprendiste a utilizar juguetes para evitar salir lastimado.
Fotos y videos: siempre que tienes oportunidad haces toda una sesión para tu gato, sabes que es inútil resistirse a tener millones de fotos en tu celular.
¿Te diste cuenta? Tu gato ya se convirtió en el rey de tu hogar, ahora no te queda más que darle el estilo de vida que se merece, llenarlo de juegos, siestas, buena alimentación y muchas caricias.