Sin embargo, subrayaron la importancia de que Canadá se sume al acuerdo, para no restar competitividad a las cadenas productivas y evitar aumento en el precio de productos finales, como en el caso de los automóviles.
También opinaron que el cierre de la negociación no puede deslindarse del ámbito político en ambos países; por un lado, la necesidad del mandatario estadounidense, Donald Trump, de apuntarse un acierto para su gobierno, y el hecho de que Andrés Manuel López Obrador resultara presidente electo, lo que influyó positivamente en el ánimo de los negociadores de la Unión Americana.
En conferencia de prensa conjunta, Roberto Zepeda Martínez, académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, refirió que el acuerdo bilateral “es un avance importante y significativo”, en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
Empero, el especialista atribuyó la premura del gobierno de Estados Unidos a la próxima renovación del Congreso en esa nación, a que “Trump, está urgido de éxitos y quiere vender esta negociación bilateral como un éxito de su administración y una promesa cumplida de su campaña electoral”.
Al respecto, Leonel Carranco, profesor de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, estimó que México debe diversificar sus exportaciones, porque figura en el cuarto lugar entre las naciones que dependen más de un solo país para sus ventas al exterior, en este caso Estados Unidos.
Asimismo, el experto llamó a mantenerse a pendiente de lo acordado en la negociación, en especial sobre el volumen de las importaciones de productos agrícolas, en el ámbito energético, en materia de pequeñas y medianas empresas, y de la industria automotriz.
En ese último rubro, explicó que “si México desea integrar más valor a su producción automotriz, tendrá que pagar más a sus trabajadores del sector; al menos 16 dólares a hora”, lo que a su juicio es “un arma de dos filos”.