La adjudicación a ASUR y su socio financiero, Highstar Capital, del contrato del aeropuerto Luis Muñoz Marín, una infraestructura de 1955 con urgentes necesidades de mejora, pone fin a meses de incertidumbre por un concurso en el que llegaron a interesarse más de diez consorcios de todo el mundo.
El gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, anunció este jueves en una conferencia de prensa que el consorcio Aerostar Airport Holdings se impuso al otro único finalista al presentar una oferta de 2.573 millones de dólares (2.096 millones de euros), a cambio de la explotación durante 40 años del primer aeropuerto de la región.
El consorcio de la compañía mexicana logró así dejar atrás al Grupo Aeropuertos Avance, liderado por la española Ferrovial, que aportaba como experiencia su explotación de seis aeropuertos en el Reino Unido, incluyendo el emblemático Heathrow de Londres, uno de los más importantes del mundo.
ASUR y Ferrovial prepararon en las últimas semanas, ya como los dos únicos finalistas, sus propuestas para cambiarle la cara a un aeropuerto en deterioro y cuya reforma el Ejecutivo local reconoció públicamente que no podía atender debido al elevado déficit que Puerto Rico acumula desde hace años.
El Gobierno ha tenido que transmitir a la opinión pública local durante los últimos meses la idea de que este concurso no significa que el Luis Muñoz Marín se fuera a vender, sino que se trata de una concesión que permitirá renovar un aeropuerto que el Ejecutivo quiere convertir en referencia internacional.
El opositor Partido Popular Democrático advirtió hoy de que si gana las elecciones estatales del próximo 6 de noviembre mirará con lupa las condiciones de un contrato sobre el que ha tratado de sembrar dudas al sugerir poca claridad e intereses oscuros del Gobierno por privatizar una infraestructura pública que funciona.
Las constantes insinuaciones de la oposición de opacidad en el proceso de concesión del contrato obligaron a que el miércoles, un día antes del anuncio, el director ejecutivo de la entidad responsable del concurso, la estatal Autoridad para las Alianzas Público-Privadas (AAPP), David Álvarez, compareciera ante medios locales para dar explicaciones.
Álvarez recordó que la aprobación del contrato de concesión está sujeta al visto bueno de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, país que ejerce soberanía sobre el Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
El primer ejecutivo de ASUR, Fernando Chico Pardo, dijo hoy que se ha tratado de un proceso riguroso y transparente, y que envía el mensaje a la opinión pública internacional de que Puerto Rico es un buen lugar para invertir.
ASUR, con la ayuda de su socio financiero, tiene por delante una labor de remodelación total de la infraestructura que afectará a sus sistemas de rotulación, puentes de abordaje, electricidad, sellado de los techos, aire acondicionado, escaleras, seguridad de los estacionamientos y desagües.
Las inversiones iniciales incluyen también la construcción de cerca de 11.000 metros cuadrados de un nuevo espacio comercial.
El Ejecutivo puertorriqueño quiere, además, que el aeropuerto Luis Muñoz Marín se convierta en una referencia internacional, por lo que exige al consorcio ganador que lo adapte para que supere los 4 millones de pasajeros que de media anual ha recibido en las dos últimas décadas.
El primer ejecutivo de ASUR señaló recientemente que su grupo tiene la intención de convertir al de San Juan en el mejor aeropuerto de toda América Latina y que se pondrá en marcha un enlace directo entre la isla caribeña y México.
El aeropuerto Luis Muñoz Marín dispone en la actualidad de dos pistas de 3 y 2,5 kilómetros, respectivamente, y tres terminales para pasajeros.
Con la decisión anunciada hoy, Ferrovial pierde con la concesión a ASUR la oportunidad de crecer en Puerto Rico, donde desde hace años tiene presencia a través Ferrovial Agroman en proyectos como las autopistas PR-1, PR-21, el Túnel Mariani (PR-53) y trabajos en la PR-66, entre otros.