Consideran prioritario un enfoque positivo de la vejez y el envejecimiento

En México hay más de 10 millones de personas con 60 años o más y se estima que para 2050 habrá cerca de 34 millones. El proceso acelerado de envejecimiento poblacional requiere un enfoque integral y de inclusión social que valore las potencialidades y aportaciones de las personas de la tercera edad, coincidieron los integrantes de la Red Académica de Fisioterapia, Rehabilitación y Revitalización Geriátrica.

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Se recomienda adoptar medidas preventivas para preservar el estado de salud de los adultos mayores, coincidieron los integrantes de la Red Académica de Fisioterapia, Rehabilitación y Revitalización Geriátrica.

El Primer Congreso de Fisioterapia, realizado en la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad León de la UNAM, fue el marco de la primera reunión del grupo de expertos interesados en la reflexión, difusión y divulgación del conocimiento clínico y científico sobre la salud y bienestar del adulto mayor.

La iniciativa fue integrada por la entidad leonesa, en colaboración con la Dirección General de Cooperación e Internacionalización (DGDCI) de la Universidad. En la iniciativa participan académicos de las facultades de Estudios Superiores (FES) Iztacala y Zaragoza de esta casa de estudios, y de las universidades Autónoma de Sinaloa (UAS), de Guadalajara (UdG), de Salamanca (USal, de España) y Federal de São Carlos (UFSCar, de Brasil).

En este marco, Víctor Manuel Mendoza Núñez, director de la FES Zaragoza, aludió a la relevancia de instrumentar estrategias para garantizar el bienestar de los adultos mayores, en especial si éstas los involucran en el cuidado de su salud a través de programas de envejecimiento activo y saludable.

A través del enfoque de desarrollo integral gerontológico a nivel comunitario, se pretende establecer medidas para mantener, prolongar y recuperar su funcionalidad física, mental y social; privilegiar el bienestar físico sobre la enfermedad; impulsar el desarrollo integral de los ancianos en sus comunidades; promover el autocuidado, ayuda mutua y autogestión, así como avanzar en el uso óptimo de redes de apoyo social formal e informal.

Ante académicos y estudiantes de más de 26 universidades, Mendoza Núñez refirió que, en México, 74 de cada 100 de los mayores de 60 años saben leer y escribir y 73 de cada centenar son independientes.

Asimismo, 80 por ciento de las personas de 60 a 84 años pueden participar en programas de envejecimiento activo y saludable a nivel comunitario. “Es necesario reconocer su potencial y capacidad, así como sus contribuciones a la dinámica social”, subrayó.

Además, el adulto mayor puede colaborar de manera activa (con conocimiento) en la planeación y estrategias para lograr su bienestar, al utilizar de manera óptima los recursos y fomentar sus capacidades de tipo personal, familiar, comunitario y social.

Una vida saludable en la vejez se caracteriza por mantener, prolongar y recuperar la funcionalidad física, mental y social, acorde con la edad y contexto sociocultural, además de prevenir y controlar las enfermedades crónico-degenerativas no terminales y permitir una vida independiente y autónoma. En estas tareas, el autocuidado es esencial, puntualizó.

Envejecimiento con calidad de vida

Por su parte, Aline Cintra Viveiro, representante de la ENES León en la Red Académica de Fisioterapia, Rehabilitación y Revitalización Geriátrica, expuso que el propósito de ese grupo de expertos es difundir conocimiento y compartir experiencias para estructurar un plan de atención integral para los adultos mayores.

En tanto, José Ignacio Calvo Arenillas, académico de la USal, destacó los esfuerzos emprendidos por las instituciones de educación superior para abordar el tema con programas académicos orientados a formar especialistas con los enfoques referidos.

En este marco, Dulce Patricia Galindo Galarza, de la UAS, aludió a la relevancia de garantizar su inclusión social y estado óptimo. Su atención médica debe articular acciones de autocuidado y la supervisión de equipos multidisciplinarios de geriatras, nutriólogos, psicólogos y odontólogos, entre otros especialistas.

Elva Dolores Arias Merino, de la UdG, aseveró que ante el acelerado crecimiento de la población sexagenaria en el país se requieren estrategias para erradicar los estereotipos y resaltar sus potencialidades, con un abordaje de envejecimiento activo, saludable y exitoso. En este ámbito, las universidades desempeñan un papel relevante.

En su oportunidad, Juliana Hotta Ansai, de la UFSCar, expuso los detalles del Programa de Revitalización Geriátrica de la institución brasileña, orientado a la inclusión social y a alcanzar las condiciones de bienestar señaladas.

“Es de carácter permanente e involucra a profesionales de la salud especializados en esta población. El esfuerzo se articula con la formación de recursos humanos en el rubro”, concluyó.