De lo contrario, advirtió, sería retroceder a un modelo conservador, autoritario o frívolo que disfrazado de ruptura favorece en realdad a las élites.
Al intervenir en el homenaje que a Jesús Reyes Heroles por el 97 aniversario de su natalicio, el funcionario federal resaltó que quien fuera titular de la SEP fue el último gran político intelectual en México y es un gran ejemplo de que la justificación del poder es el hacer y es la condición natural de la política profesional.
“Su conocimiento del Estado, su rigor intelectual e histórico y su autoridad política y moral lo hicieron poseedor de una cualidad poco común en la escena política mexicana: hacía política pensando en la historia con mayúsculas, con sentido de trascendencia y un sentido de lealtad a ciertas convicciones y principios”, añadió.
De creer en la evolución política del país, formulada por Jesús Reyes Heroles, en sus estudios del siglo XIX, se entenderían mucho mejor tanto los alcances de la democracia mexicana del siglo XXI, sus disfunciones y tareas, como el dilema al que se enfrentará en los próximos años.
De acuerdo con el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Jesús Reyes Heroles jamás pretendió romper con el régimen al que toda su vida perteneció, trató de dotarlo de cierta organicidad desde el punto de vista intelectual, incluso en aspectos más controvertidos, “era más bien un reformador, fue un hombre de Estado porque creía profundamente en él”.
Planteaba además que la opción viable para fortalecer al Estado es el camino de las reformas, porque si son profundas dan lugar, a su vez, a nuevas y sucesivas reformas como corresponde a una sociedad por muchos años en transición, añadió en el acto, organizado en el Fondo de Cultura Económica (FCE).
Reyes Heroles planteaba la necesidad de una reforma imaginativa que inyectara al Estado una fuerza renovada, sostenida, ahora en una legitimidad institucional más eficaz y en la pluralidad política; diseñar el sistema de representación electoral, modernizar el de partidos y canalizar políticamente las tensiones, incluso las violentas que venían de alguna de las izquierdas, expuso.
También recordó que el historiador y abogado mexicano dijo que las reformas en cantidad devienen en fenómenos cualitativos y las reformas cualitativas implican grandes cambios cuantitativos, pues para Reyes Heroles reformar significaba volver a formar, reparar y reponer; revolucionar es propiciar la innovación, aceptar la mudanza y el nuevo giro de las cosas.
Desatacó que Reyes Heroles creía en la democracia donde el Estado se ubica por encima de los conflictos, regula los distintos componentes de la sociedad e interpreta y administra sus intereses persiguiendo finalidades en teorías superiores.
“Creía en el liberalismo, sí, pero no en un liberalismo heterodoxo e ilustrado que no reduce al Estado a una función subsidiaria, sino en uno que preserva, defiende y privilegia el poder el Estado, que es el único que tiene un legitimidad histórica de origen que persigue intereses generales ante otros poderes que le compiten o intentan competirle buscando al defensa de intereses particulares”, añadió.
Granador Roldán destacó que a 33 años de su muerte, la inteligencia, erudición el raro encanto personal de Jesús Reyes Heroles son reconocidos y respetados por todos.
En el homenaje también participaron el historiador Javier García Diego, integrante de la Academia Mexicana de Historia; Mariano Palacios Alcocer, exdirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el director del FCE, José Carreño Carlón, quienes destacaron la obra de Reyes Heroles.
En su oportunidad, Carreño Carlón informó que la casa editorial que encabeza ha editado ocho volúmenes de las obra completas de Reyes Heroles.