Procurar el cuidado de menores de edad por contenidos en Radio y TV, propone la diputada

Para procurar el mejor desarrollo de niñas y niños en el país, así como un trato respetuoso y libre de violencia para ellos, la diputada federal por Jalisco, Lucía Pérez Camarena, propuso reformar la Ley Federal de Radio y Televisión a fin de obligar a que, durante la transmisión de programas con contenidos no aptos para menores de 18 años, se advierta de ello mediante una leyenda al inicio de los programas, como suele ocurrir en la televisión de paga.

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La diputada del PAN, Lucía Pérez Camarena, secretaria de la Comisión de Derechos de la Niñez.

La diputada por Jalisco participó en el segundo foro “El derecho de la audiencia, los mecanismos para su protección y la autorregulación”, organizado por la asociación “A Favor de lo Mejor” en donde habló de la iniciativa que presentó en la Cámara de Diputados y que forma parte de la regulación en leyes secundarias de la Reforma en materia de Telecomunicaciones aprobada en abril pasado.

La legisladora propuso la creación de una Comisión de Contenidos a fin de que esta supervise la transmisión de programas y verifique el cumplimiento de la propia Ley Federal de Radio y Televisión, pues hasta el momento, la ley es “letra muerta” ya que en los hechos no se aplican criterios ya establecidos en la propia norma.

“Actualmente niñas y niños son el objetivo de programas no aptos para ellos donde reciben cientos o miles de mensajes cargados de violencia, de imágenes sexistas, de estereotipos, de muerte, de desigualdad o de miles de mensajes publicitarios que, inclusive tampoco son para ellos, pero tienen acceso a los mismos a través del radio o la televisión abierta a cualquier hora”, expuso.

La diputada federal, aclaró que con la reforma no se pretende que haya censura o control en los contenidos de los medios, por el contrario, cada medio de comunicación será responsable de los contenidos que maneje; sin embargo, deberá advertir de ellos al inicio de cada programa.

Con una Comisión de Contenidos, la cual se propone quede integrada por cinco comisionados, se podrá trabajar en este campo, pues se busca que se convierta en un órgano descentralizado, autónomo en su gasto y gestión, a fin de que regule, promueva y supervise la programación y contenidos en radio y televisión.

Ante diputados y senadores, así como especialistas en el tema de contenidos en medios, la secretaria de la Comisión de Derechos de la Niñez, dijo:

“Debemos reconoce que la actual norma no es óptima. Requiere de una actualización a los nuevos tiempos, pero sobre todo, un incentivo a fin de que se ponga en práctica lo que ahí está legislado”, dijo.

Pérez Camarena expuso que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2008, señaló que el alto índice de violencia televisiva al que una persona está expuesta “es un factor importante en que esa persona desarrolle conductas violentas, entre ellas la violencia ejercida hacia las mujeres, aunque también recibe una carga muy fuerte de drogas, muerte, discriminación, sexo, solo por mencionar algunas”.

Sabemos que parte de la responsabilidad sobre los contenidos a los que acceden los hijos depende de los padres de familia, sin embargo, también hay una corresponsabilidad de parte de los medios para advertir de los contenidos de la programación que manejan.

La Academia Americana de Psiquiatría de Niños y Adolescentes, señala que existen diversos estudios sobre los efectos de la violencia en la televisión en los niños, niñas y adolescentes: “Se ha hallado que los menores de edad pueden volverse ‘inmunes’ al horror de la violencia pues, gradualmente aceptan la violencia como un modo de resolver problemas; se imitan conductas y se enrolan en papeles de víctimas o agresores”.

El objetivo de la reforma es contribuir a la cultura de la no violencia, la no discriminación y al ejercicio de la igualdad. También se pretende que los medios incluyan contenidos que proporcionen diversión y coadyuven al proceso formativo en la infancia, a través de valores universales, como la tolerancia y la paz, así como el conocimiento y respeto de los derechos humanos.

Sobre las advertencias a transmitirse previo a la proyección de un programa, se propone que estas se den a conocer a través de un señalamiento visual por espacio de 15 segundos, mediante los siguientes mensajes de clasificación en tres categorías.

A, programación apta para todo público; B, programación apta para adolescentes y adultos, el siguiente programa puede contener escenas violentas, lenguaje vulgar ocasional, escenas con contenido sexual implícito o explícito y diálogos sugestivos; y C, programación apta para adultos.

“Quiero expresar claramente que esta reforma no pretende en ningún momento controlar los contenidos que se transmiten en los medios; tampoco censurar y menos aún dictar la forma de conducirse. Lo que buscamos es que se ponga sobre aviso a padres de familia y a público en general del tipo de programación a transmitir, dejando que sea el propio espectador o padres de familia, quienes decidan a qué contenidos pueden acceder los menores de edad”, concluyó.